Por Yaisha Vargas-Pérez, mamá gatuna, para el blog A Mystic Writer
20 de abril de 2022
Hoy llegamos a casa con tus cenizas. Honestamente, le temo a sentirme sola porque no estás acompañándome todo el día. Pero, más honestamente, a lo que más le temo es que mi corazón olvide tu gran amor, a desconectarme de ese amor tan puro que compartiste conmigo y que me enseñó a ser humana.
Malenita mía, mientras esperaba por tus cenizas en la sala contigua a las calderas de cremación, buscaba entre mis fotos alguna que me permitiera expresar tu ternura, belleza, sabiduría y tantas otras cualidades que te hacían una criatura con súper poderes, ¡me di cuenta de que te tomé tantas y tantas fotos y videos! Tengo muchísimos recuerdos de tu amor, tus poses, tus desafíos de salud y nuestras conversaciones. ¡Tengo un mundo de cosas que compartir sobre ti y todo el amor que diste con tanta generosidad!
Siento que al final de tu vida no parecías confiar mucho en los humanes a tu alrededor por tantos tratamientos y pinchazos, necesarios para mantenerte hidratada. Siento mucho que la raza humana no entienda mejor a las gatichurris sabias como tú. Siento también por las veces que no te traté bien cuando debía tratarte mejor. Estabas haciendo lo que te tocaba hacer como gata y yo fui egoísta contigo.
Necesito quedarme conectada con un amor tan grande como el tuyo. Si no, temo que mi corazón se empequeñezca por no tener contacto diario con el amor que me enseñaste. Perdí a mi mamá, a mi abuela materna, a una amiga cercana, a otros familiares, amistades importantes, a una familia espiritual, una carrera, mi sentido de conexión y pertenencia con lugares, personas o cosas, a tu hermano Romeo… Han sido muchas pérdidas, y durante muchos momentos en mi vida me he sentido desconectada de los humanos. Pero contigo me sentía conectada completamente. Sentía que pertenecía a un gran amor que la vida me había regalado. Por eso hoy te escribo esta carta de amor; porque necesito amor para vivir, y porque necesito cultivar amor todos los días. Y tú me enseñaste lo que es amar verdaderamente.
Hace dos días, mientras veía que ya no comías y no te relacionabas con tus humanas, la pregunta que giraba en mi cabeza era: ¿La amé lo suficiente hoy? Y en general, ¿amé suficiente hoy? Me di cuenta otra vez de que, al final del día y al final de la vida, esa es la pregunta más importante. No es cuánto dinero tuvimos ni cuánto dejamos en nuestra cuenta de banco. Tampoco es qué posición tuvimos en la sociedad y cuánto prestigio teníamos, ni cuántos grados académicos alcanzamos. La pregunta que surge al final de la vida es si amamos y si amamos lo suficiente; si sembramos suficiente amor en los corazones cercanos; si los demás nos van a recordar por el amor que sienten por dentro y que recibieron en parte de nosotres. Al final de la vida, ¡esa es la pregunta más importante!
¿Me dejas, Malenita, recordarte todos los días escribiendo del amor que compartimos? Sería una manera de procesar este duelo por ti, de no olvidar lo más importante, de no desconectarme del amor que necesito para vivir, de seguirte amando de camino a la Eternidad.
Te amaré siempre.
Tu humana, Yaisha
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Bella la reflexión. Tengo una perrita y pensar en el día que la pierda me entristece mucho.
Jackie
Gracias, Jackie. Si bien es difícil perderlos, la oleada de amor que dejan a su paso es una increíble experiencia que he aprendido a no desaprovechar. He aprendido a expandir mi corazón y dejar que ese amor me guíe. Un abrazo para ti y tu perrita.
Recibe un abrazo de consuelo de mi parte. Siempre que pienses en Malenita su presencia te acompañará. Cada vez que ames algo o a alguien sus ojitos te estarán mirando y sus manitas te acariciaran suavemente! Ya ella no está sufriendo y no quiere que tu sufras…MIAU! No cambies que tus palabras siempre nos dan consuelo y nos ayudan. Cuidate y sigue Amando, como tu dices es lo único importante! Hasta luego, se te admira y se te quiere, María M.
Hola Maria Montero: Muchísimas gracias por escribir. Lo aprecio mucho. Malena me enseñó a amar más profundamente y me enseñó lo que era más importante. Gracias por dejarme saber que usted está aquí. Me ha alegrado mucho saber de usted. Perdone si antes no le respondí a algún comentario o no supe contestarle bien. Realmente aprecio su lectura y su manera de expresar. Ha sido importante para mí. Le envío mi cariño y agradecimiento, Yaisha