Por Yaisha Vargas-Pérez, maestra certificada en mindfulness por el Greater Good Science Center adscrito a UC Berkeley; certificada profesionalmente (CMT-P) por la International Mindfulness Teachers Association (IMTA); mentora de mindfulness certificada por la plataforma de Cloud Sangha/Banyan creada por los maestros Jack Kornfield y Tara Brach; certificada en capellanía ecológica por el Sati Center for Buddhist Studies en California
El gatichurri Pelotas me recuerda la importancia de meditar todos los días.
Meditar es una forma de higiene mental.
Es igual que bañarse todos los días, pasarse el hilo dental, cepillarse los dientes, ponerse desodorante, sacarse las lagañas, limpiarse la nariz. Las puertas de nuestros cinco sentidos necesitan limpieza a diario.
En el mindfulness hay seis sentidos, no cinco. La mente es el sexto sentido. Y secreta pensamientos, emociones, planes, recuerdos, ensaya conversaciones… sin parar. Todo eso es igual a que la boca secrete saliva; los ojos broten lagañas; los oídos expulsen cerumen; la piel expele sudor, y la nariz tenga mocos. ¡Igualito!
Imagínate que fueras por la vida sin jamás limpiarte estas cosas. ¡Ugh!
Pues ya puedes imaginar cómo se pone la mente cuando no le damos un espacio de pausa e higiene. Sí, así mismo. Abarrotada de secreciones mentales… De ahí a algunas personas les salen brotes de pánico, estrés, se muerden las uñas, se obsesionan con preocupaciones y cosas más difíciles.
No nos enseñan a darle pausa a la mente, porque vivimos en un sistema económico que depende de explotar los cuerpos y las neuronas humanas.
Ahora estamos despertando al entendimiento de que meditar es sinónimo de mantener la cordura.
Necesitamos gente que nos lo recuerde.
Gracias al churri Pelotas, por regresar al cojín e invitarme a hacer lo mismo.
Aquí les dejo un pequeño ejercicio:
- Siéntate en un lugar cómodo.
- Si te es cómodo, cierra los ojos.
- Pon tu atención en la respiración.
- Sigue la inhalación de principio a fin.
- Sigue la exhalación de principio a fin.
- Si te distraes, solo regresa con amabilidad.
- ¡No regañes a la mente, porque eso no funciona!
- Sigue la inhalación; sigue la exhalación, de principio a fin.
¡Eso es meditar!
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A Mystic Writer 
Gracias