Por Samadhi Yaisha Vargas/crónica publicada el domingo 24 de noviembre de 2013 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”.
–No seas dura contigo misma– me dijo mi terapista.
Me había sacudido la muerte súbita del familiar de una amiga cercana. Aún sabiendo que la vida es eterna, y lo único impermanente es el cuerpo, estar en la funeraria junto con toda su familia, caminar entre el gentío de miradas confusas y párpados dilatados, sentir sus almas rotas por una muerte a destiempo, reverberaba en mi pecho como un estampido en estéreo. La esperanza en el fondo de mí me decía que superarían el golpe, pero en mi superficie más humana, tenía rabia. Esa experiencia activó los botones de todas las pérdidas que había tenido, y al hacer un examen interior, aún no había podido dejar ir algunas de ellas. Sentirme estancada me desesperó más. Ya no quería recordar, ni sentir. Yo deseaba una recuperación perfecta; sin embargo, ésta ocurría en el tiempo cósmico. No había programa ni proceso que acelerara sanar. Yo podía hacer todos los pasos posibles, mas no tenía control del resultado.
-Date a ti misma el regalo de la compasión, sé compasiva con tu realidad humana- fue la sugerencia de mi terapista.
Pero cuando me senté a meditar sobre la compasión, no tenía idea de cómo extenderla hacia mí misma. Ese archivo de información no existía en mi cabeza. Sentía una empatía cercana cuando se trataba de otros; no comprendía por qué no podía hacerlo por mí. Aquello me dejó perpleja, hasta que le pregunté a mi maestro de meditación Vipassana:
-No entiendo el concepto de la compasión hacia mí misma. No sé cómo ser compasiva hacia mí misma.
-¿Y cómo se siente no saber?- fue su respuesta.
-Como si tuviera un hoyo en mí, o un bloque en el pecho.
-¿Dolor?-
-Sí, eso es, dolor y un poco de vergüenza.- confesé.
-Sí estás dispuesta a sentir tu dolor, estás siendo compasiva contigo misma. No puedes ver la compasión porque es tú misma. Sólo puedes ver el bloque.-
Me pellizcó el entendimiento. Había escuchado a mi maestro hablar de que era difícil hallar el objeto de nuestra meditación porque precisamente observamos desde ese lugar. Somos aquello que tanto anhelamos encontrar al meditar, pero como estamos todo el tiempo mirando hacia afuera, no lo vemos. Es como alguien que trata de morderse sus propios dientes o su nariz.
-Sí, eso es lo que veo, un pequeño muro que no me deja ver más allá. ¿Trataría entonces, de comprender la compasión al revés, desde lo que no veo, y estar atenta a mis emociones?- pregunté.
-Puedes estar alerta ante tus emociones y luego dejarlas ir. Preguntarte, ¿qué es ese bloque? ¿Cómo se siente?- inquirió.
Indagué en mí misma qué era aquel pedrusco de dolor que impedía mi entendimiento de la compasión. Lo que se abrió en mí me conmovió.
-Es una parte de mí que siente que yo no merezco compasión- confesé sorprendida.
Y lágrimas. Eran silentes. Seguidas de una caja de “kleenex” que alguien puso cerca de mí.
-La compasión es estar dispuesta a sentir tu dolor. Sentir que no la mereces es tu condicionamiento, tu historia humana. Pero ello es sólo una creencia, y puedes escoger no creerla más. La mente no puede comprender lo que es la compasión porque la compasión eres tú misma. Es tu propia naturaleza búdica, tu naturaleza humana. Las palabras empatía y compasión provienen de la misma raíz que significa “sentir el dolor de otros”. Pero debes comenzar por ti misma- dijo mi maestro, señalando su corazón.
¿Qué necesitaba para dejar aquella creencia?, me pregunté. Lo que había practicado durante meses emergió en mi conciencia: “¡Estoy dispuesta a dejar ir la creencia de que no merezco compasión!” Repetir esa afirmación era una panacea que me ayudaba a liberarme de lo que ya no necesitaba: “Estoy dispuesta a dejar ir….” y llenaba el blanco.
Hasta que un día comprendí la compasión como la capacidad de estar presente ante mi experiencia humana, la disposición de atravesar mis duelos y mis alegrías, de no pisotear los sentimientos que surgían en mí, sino darles la bienvenida, como los visitantes de la casa de Rumi, servirles una taza de té y luego decirles adiós. Sentirme totalmente capaz de vivir. Aún es un concepto que crece en mí.
Una vez comprendí eso, también entendí el concepto de la compasión hacia los demás, el cual me resultó muy diferente a la pena. Compasión significa la capacidad de sentir el dolor del otro, o tener empatía por su circunstancia, a la vez que lo veo como un ser íntegro y totalmente capaz de seguir hacia adelante, renacer y volar. Escoger sentir pena implica que el otro necesita ser rescatado porque es incapaz, es minimizante y no lo ayuda. Con la compasión, comprendo que la otra persona escoge si necesita pedir ayuda o no; es empoderante en vez de derrotista.
El agradecimiento de una ruptura
En esa capacidad de aprender a vivir, la vida me dio recientemente un examen, del cual hablé unas pocas crónicas atrás. La oportunidad de aprender a dejar ir que surgió tras la ruptura de una relación de pareja, tras la cual, me han llovido bendiciones que muy probablemente no hubiesen ocurrido sin la separación. La lista es extensísima, pero básicamente, gracias a que abrí mi corazón durante esa relación de manera genuina y completa, pude perdonar y soltar rencores pasados; reconectarme con personas que había dejado atrás y con quienes jamás pensé volver a hablar. Mis procesos de recuperación, y de sanación física, mental y emocional se aceleraron por mucho y algunos se han acercado o llegado a su punto meta. Vi cómo mis propios patrones de pensamiento creaban experiencias insanas de drama. Toqué el fondo de mi peor mal: el rechazo y el odio hacia mí misma. Pude ver en qué etapa de mi vida surgió, cómo lo alimenté durante años, y tras ser consciente de ello, experimentar que mi cuerpo y mi mente lo han ido purgando como un catarro. He llorado y me he reído con el proceso. Tras soltar ese patrón, lo he ido reemplazando con pensamientos positivos y de plenitud. Mis prácticas de meditación y metafísica hoy son más fuertes gracias a toda la experiencia.
Ese rompimiento abrió un canal de vida. Igual que se rompe el cascarón de un polluelo, la crisálida de una mariposa o la bellota que cayó al suelo para dar paso a una planta. Siendo compasiva conmigo misma, la separación fue dolorosísima y hubiese preferido que no ocurriera. Pero, me ayudó enormemente a continuar sanando, sobre todo issues de codependencia. Soy una mujer más fuerte y más plena gracias a ello. ¿Podrían el polluelo y la mariposa ser adultos plenos y volar si se quedan pegados al cascarón y a la crisálida? ¿Podría crecer la planta si se queda en la semilla? ¿Podría –siendo compasiva conmigo misma– aceptar que mi dolor estaba ahí y a la misma vez, agradecer con todo mi corazón que la vida seguía dándome alas para volar más? Agradecí sentir compasión por mi ex pareja, quien también atravesó dolor, y decirle hoy: ¡GRACIAS por tanto crecimiento! Entendí finalmente lo que me ha repetido una amiga querida: “La vida te da y te quita, te quita y te da”. ¡Pues, gracias! Por la oportunidad de escoger conscientemente una experiencia dolorosa para florecer, y porque estoy dispuesta a humildemete comprender el fracaso como un comienzo nuevo que podré celebrar.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦
❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
View all posts by Yaisha Vargas-Pérez
2 Comments
Nos esforzamos en algo hasta la locura,tenemos que entender que cuando no se da, algo viene parecido, igual o mucho mejor, por eso hay que dejar, que las cosas sigan su curso sin sufrimientos ni malos pensamientos, al contrario, con plena confianza abriéndose a todo lo bello y maravilloso, extraordinario que la vida nos ofrece en el día a día. Cómo siempre he dicho, eres mi escritora favorita. Besos. Y Felices Fiestas. Namasté.
Te abrazo Samadhi Yaisha.
Nos esforzamos en algo hasta la locura,tenemos que entender que cuando no se da, algo viene parecido, igual o mucho mejor, por eso hay que dejar, que las cosas sigan su curso sin sufrimientos ni malos pensamientos, al contrario, con plena confianza abriéndose a todo lo bello y maravilloso, extraordinario que la vida nos ofrece en el día a día. Cómo siempre he dicho, eres mi escritora favorita. Besos. Y Felices Fiestas. Namasté.
Te abrazo Samadhi Yaisha.
¡Gracias, Natty! Asimismo estoy, aprendiendo a confiar en la Vida a cada pasito! ¡Bendiciones!