Por Samadhi Yaisha Vargas/crónica publicada el domingo 13 de octubre de 2013 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”
“Escribe”, susurraba mi voz interior. Más que un murmullo, parecía una orden. Era sutil, pero imposible de acallar. Yo miraba la alfombra de color marrón aburrido, con ilusión y pavor a la vez. La asignación que me encomendaba mi alma se trataba de someter pruebas de redacción a una revista inspiracional que tenía más de medio millón de lectores.
“¡Pero si apenas puedo entregar mis crónicas a tiempo!”, le argumentaba yo. En aquellos momentos, aún atravesaba una etapa temprana de mi recuperación por adicción a la comida, y mi vida emocional era un tren en quebranto y sin frenos. Las cosas simples del diario vivir me causaban gran trabajo, y pasaba mi tiempo entre un empleo con tareas mínimas, y el maratón de cosas que hacía para sanar: reuniones de apoyo, consejería, mentoría de recuperación, llamadas de apoyo, yoga, meditación, el quiropráctico, terapia de activación de mi sistema linfático, escribir en mi diario todos los días para ser consciente de cómo estaba… “¿Con qué tiempo voy a escribir para alguien más?”, le rebatía a mi intuición.
Pero a aquella voz parecía no importarle. Me dictó una pequeña pieza con el título “Cuidado propio” y yo la tecleé con mucho trabajo. Me tomó días terminar un primer borrador que valiera la pena. Unas semanas después, me atreví a someterla a la editora de la revista, a quien veía regularmente en el campus en el que trabajaba. Me trató con amabilidad, y me dejó saber que la revisaría. También asistí a una pequeña conferencia de escritores en la cual ella habló y repartió algunas guías de escritura.
Pasaron las semanas y los meses, y no recibí respuesta. Mi ánimo se desinflaba en sorbos de helio fugaz. Algunas veces veía a la editora de la revista yendo a almorzar, y me entraba la cosquilla de preguntarle si había leído mis pruebas. Pero las editoras son personas hacendosamente ocupadas, y a veces, la ausencia de una respuesta es la contestación. Tras preguntarle un par de veces más y ver que ella estaba atareada, desistí de la idea.
“¿Y quién me creo yo que soy?”, me atacó el paradigma derrotista. “¿A quién voy a inspirar estando aún así?” Pero las musas no entienden de esas realidades grises. Ellas vuelan, sueñan y regresan del éter con instrucciones que a veces no tienen sentido. Yo mandé a la mía a dormir por un rato, y seguí haciendo mis múltiples prácticas. Quizás, la más importante fue repetir con vehemencia la intención de dejar ir los patrones de pensamiento que habían causado tanto sufrimiento, depresión y ansiedad en mí. Aquellas notitas con pegatina en mi cubículo, mi diario, dibujadas en cursivo, repetidas por Louise Hay en YouTube, vertidas en mis oídos sin tregua, fueron creciendo en mí. Cada vez que me hacía responsable por los pensamientos y sentimientos inquietantes en mi interior y decidía soltarlos, sentía que desataba nudos en mi barriga. Hice ese ejercicio durante meses sin descanso, cayéndole arriba al “sucio difícil”. Si la indoctrinación que me llevó a pensar negativamente sobre mí misma había tenido amplia oportunidad de crecer, nutrida a diario durante años por las creencias que me rodearon, un cambio en mi forma de pensar necesitaba de ese dinamismo y repetición incansables.
Hasta que un día, la vocecita regresó con fuerza: “¡Escribe!” Había pasado un año desde la primera prueba que sometí sin respuesta. Mi intuición me empujó como una ola de mar que me invitaba a emerger de mis dudas. No haber recibido contestación podía tener un millón de significados, pero nadie me había dicho que mis pruebas eran inservibles. Agarré las guías y sugerencias que la editora había repartido en la conferencia del año anterior y empecé a escribir de nuevo.
Para ese momento, ya sospechaba que las musas que traen una misión desde el alma no se quedan calladas, por más que una intente ignorar o atocigar su mensaje. Alguien me explicó que la voz divina se distingue de las demás voces que una tiene en la cabeza porque no sólo invita a acciones que edifican y sanan, si no que, aunque se escuche bajito, nunca se calla. Jamás se va, hasta que una tome acción sobre lo que quiere.
Así que yo me senté a teclear. Esta vez no le cuestioné cuándo tendría tiempo para hacerlo. Esta vez, simplemente le dije: “Háblame, tu voz es dulce. Yo quiero escucharte con claridad”. Ella me dictó sobre protección divina, orden divino y cuidado propio. Otra vez cuidado propio.
Le escribí a la editora de nuevo, y le dije que lo hacía por órdenes de mi musa, que no me dejaría en paz hasta que lo intentara. Tras enviar mis nuevas pruebas, le dije a mi intuición: “Ya ves que estoy haciendo todo lo que puedo. Ahora lo dejamos ir. No está en nuestras manos”. Yo sentí a mi musa feliz. Aunque la jornada terminara allí, había valido el esfuerzo.
Días después, recibí un correo electrónico. La editora quería reunirse conmigo, una noticia que me sobrecogió de alegría. Durante la reunión supe que mis escritos no serían publicados porque el estilo de redacción necesario era muy específico, pero eso no me desanimó. “Estás casi ahí”, me dijo ella. Y me explicó con paciencia inagotable qué necesitaba ajustar para pulir lo que había redactado. Yo me sentí tan pequeña. ¿Cómo esta persona tan ocupada sacaba tanto tiempo para explicarme con detalles?
Me pidió pruebas nuevas y las tuve listas en dos semanas. Estudié sus sugerencias con cuidado y me aseguré de incluirlas todas. Aunque no tuviera un sí definitivo, ver el progreso que había ocurrido en mí desde la primera vez que me senté a escribir en la alfombra aburrida más de un año antes me inspiraba a continuar. Me di cuenta de que el sí no había ocurrido antes porque yo no estaba lista. Me faltaba sanar, crecer y tener la resistencia necesaria para un trabajo adicional.
Tuvimos una segunda reunión, durante la cual me dijo con una sonrisa genuina: “Me alegro de que no te hayas rendido. Bienvenida al equipo de escritores”.
“¿Bienvenida? ¡Me dio la bienvenida!” Tuve que escucharlo de nuevo en mi cabeza para creérmelo cuando salí de su oficina. Ya era tarde y la mayoría de los empleados se había ido. El pasillo se abría silente ante mí y mis pies flotaban sobre el suelo. Abrí una pesada puerta de madera que daba hacia un jardín con una enorme fuente, y un puente en arco que cruzaba al otro lado. Se llamaba “el puente de la fe”. Yo no recuerdo que mis zapatos tocaran el suelo. Más bien sentía que un par de musas con alas me cargaban por los brazos. El momento de un sueño cumplido es un instante cúspide de silencio longevo en el que todo se detiene. La realidad se sumergie en un ahora eterno. Todo está vivo y todo respira.
Mi musa me habló con la misma autoridad que lo hacían mis jefes cuando yo era reportera y me daban asignaciones para cubrir eventos noticiosos. Sólo que esta asignación me llegó desde el alma. Y la buena noticia era que sí podía sanar y alcanzar un sueño.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
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❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
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6 Comments
Me ha maravillado, tus musas son serenidad desde el alma, estàs ganando mucho en confianza y en tu bienestar emocional, es bello. Tù trabajo te ha costado, pero nunca mires atràs.
Un enorme abrazo, Samadhi Yaisha, bendiciones.
Siento que estoy cosechando frutos de haber meditado tanto y haber trabajado tanta recuperación. Eso no significa que me vaya a detener ahora, al contrario, sigo aprendiendo y profundizando. ¡Gracias por leer!
Me ha maravillado, tus musas son serenidad desde el alma, estàs ganando mucho en confianza y en tu bienestar emocional, es bello. Tù trabajo te ha costado, pero nunca mires atràs.
Un enorme abrazo, Samadhi Yaisha, bendiciones.
¡Así es! ¡Un abrazo!!!!!!!
Siento que estoy cosechando frutos de haber meditado tanto y haber trabajado tanta recuperación. Eso no significa que me vaya a detener ahora, al contrario, sigo aprendiendo y profundizando. ¡Gracias por leer!
Reblogged this on No me llamo Pilar.
Enhorabuena!
¡Gracias por leer!