Por Samadhi Y. Vargas / crónica publicada el domingo 29 de septiembre de 2013 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”.
Agarré el libro usado de la mesa en el bazar, y mis ojos pasearon por las páginas espolvoreadas de moho. El autor budista explicaba que el mundo en el que vivimos siempre está fuera de balance, tratando de encontrar equilibrio constantemente, y que ello jamás será totalmente posible porque es un mundo ilusorio, no es real. Cerré el libro en un arrebato de negación y lo solté sobre la mesa. ¿Para qué, entonces, pasaba yo tanto trabajo tratando de sanarme, si total, nada de esto era verdad? Tiempo después, cada vez que pensaba en aquel pasaje, sentía el mismo arranque de frustración. Yo quería pensar que el autor estaba equivocado, pero algo en mí me decía que tenía razón. Caminaba al borde del precipicio de esa verdad, pero aun así continué construyendo una vida nueva, basada en lo que yo entendía mi Poder Superior quería para mí. Muchas cosas buenas comenzaron a llegar: un nuevo trabajo, una linda casa para vivir, y sorpresivamente, una hermosa relación de pareja.
Comencé a construir un nido, a pensar dónde irían las cosas de cada quien en mi nueva casa, y hasta compré un nuevo juego de comedor, mientras en la trastienda de mi cabeza se arremolinaba la interrogante: ¿Vale la pena armar todo esto sabiendo que algún día desaparecerá porque no es permanente? La respuesta interior fue que sí, una y otra vez. Amar nunca está de más.
Parecía un proceso definitivo y seguro. Me atreví a tener expectativas, a abrir mi corazón de nuevo de la única manera en que sé hacerlo: completamente. Pese a las decepciones anteriores, cuando me cuestionaba si me arrepentía de haber amado vastamente, la respuesta siempre fue que no. Yo sólo conocía una forma de querer. Pero la relación se desmoronó en unos meses, y me vi en el espejo de mis relaciones codependientes pasadas: me señalaban de nuevo la hipersensibilidad y el drama.
Aquella lección de impermanencia, como decimos en puertorriqueño, “me partió por el medio”. Si no hubiese andado el camino de recuperación que llevo, hubiese caído en el ciclo de culpar a la otra persona. Pero el radar que había desarrollado me motivó a prestar atención: pese a que vivía en otro país y mis circunstancias eran muy distintas, la relación cargaba el mismo apego que las anteriores y tuvo un desenlace incómodamente similar.
En medio de la mini-crisis, la cual manejé con terapia, grupos de apoyo y meditación, cayó en mis manos un artículo escrito por Dan Millman, autor de “The Peaceful Warrior”. “Hay eventos que pueden crear dolor físico, pero en sí mismos, no crean sufrimiento. La resistencia crea sufrimiento. El estrés ocurre cuando tu mente se resiste a lo que es…El único problema en tu vida es la resistencia de tu mente a cómo se desenvuelve la vida en sí”.
Yo había leído antes esa frase, pero no la había creído. No sé qué diferencia tuvieron las palabras de este autor, o si quizás yo estaba lista para entender que había creado mi propio sufrimiento y lo había compartido ampliamente, culpando a otros por mis decisiones y resultados. Como un efecto dominó, atravesé por las emociones de impacto, incredulidad, negación, culpa, rabia y tristeza, hasta que entendí que, no sólo creé sufrimiento, sino que el drama y la resistencia eran mi adicción. Me había enganchado a mi propia adrenalina. Necesité hacer enmiendas por este comportamiento, incluidos todos aquellos que alguna vez resintieron mis palabras verbales, escritas, o publicadas en este espacio.
Entendí que no necesitaba drama en mi vida, como quizás Myrtle Fillmore comprendió que no necesitaba la tuberculosis. Soltó la creencia familiar –e incorrecta- de que esa enfermedad era hereditaria. En su proceso de sanación, pasó del desahucio a vivir 40 años más. Sentí que puse en el suelo una insidiosa maleta repleta de piedras, y junto con ella, la creencia heredada de que la vida había que manejarla como una emergencia. Vivir así, en constante perfeccionismo y rigidez, era una enfermedad.
Mi conducta codependiente consistía de aferrarme a la realidad impermanente como si fuera algo sólido; la incapacidad de entender que fluye constantemente, se esfuma y cambia de un segundo a otro. Finalmente comprendí que mi ego no tenía control de nada, y sólo podía actuar sanamente cuando me conectaba al entendimiento de un Poder Superior de sabiduría, amor y compasión infinitos. Sí hay dolor en el mundo, pero cuando aprendo a atravesarlo con mis herramientas espirituales, confiando en el curso natural de las cosas, eventualmente el dolor pasa y soy libre de sufrir. No tengo que agarrarlo de nuevo. Estoy aprendiendo que, en esta realidad relativa, mi ego sí tiene una función creativa importante: la de escoger cómo reaccionar y crear el tipo de vida que quiero vivir. Si mi mente pudo crear sufrimiento a fuerza de hábito, también es capaz de crear lo contrario: liberación. Una clave para mí ha sido meditar para entender qué quiere mi conciencia superior, alinear mi mente humana con la Mente Divina. Esa aceptación de la voluntad de un Poder Superior en mi vida no implicaba admitir circunstancias negativas tales como el maltrato, la negligencia y la sumisión. Implicaba entender que mi conciencia superior me quiere ver bien, saludable, segura y feliz.
Uno de mis más grandes temores era no tener la razón. Mientras me aferré a que yo tenía que tener la razón, sufrí de ansiedad, miedo e inseguridad. Pensé que al dejar ir esa necesidad, sería una perdedora abochornada. Sin embargo, cuando me rendí ante la vida, y practiqué dejar ir el drama de mi diario vivir, perdí: miedo, ansiedad, borracheras y resacas emocionales, síntomas de incontinencia provocados por la sobrecarga de mi propia adrenalina, el nerviosismo que me ahogaba el pecho y el estómago, los suplementos para calmar mi sistema nervioso, el perfeccionismo enfermizo.
Me tocó hacer el paso 9 otra vez, pero en esta ocasión ya no esperaría respuestas, ya no sería cuestión de extender una disculpa y repetir el mismo comportamiento, si no de aceptar responsabilidad por mi vida y dejar de culpar a otros por mis resultados. Hubo el reconocimiento de que había utilizado mis palabras y pensamientos cargados de coraje. Si con ello fue posible hacerle daño a los demás, entonces también sería posible utilizar ese mismo método para enviar pensamientos de sanación y armonía.
Gané la comprensión de que, precisamente porque el mundo es impermanente e imperfecto, donde vale la pena poner el esfuerzo es en aquello que trasciende lo que perciben mis sentidos humanos: el amor, la amistad, el perdón, la solidaridad, etc. Aunque seamos almas dibujadas en la arena y desdibujadas por las olas, ello no tiene por qué ser triste: puede ser imperfecto, hermoso y pasajero. Libre.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦
❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
View all posts by Yaisha Vargas-Pérez
3 Comments
Dejar ir, fluir… sin reproches, ira o rabia. Fué bonito mientras duró y dar gracias por tan bella experiencia vivida. Me ha encantado esto (Aunque seamos almas dibujadas en la arena y desdibujadas por las olas, ello no tiene por qué ser triste: puede ser imperfecto, hermoso y pasajero). Perfecto. Paz y Amor.
Dejar ir, fluir… sin reproches, ira o rabia. Fué bonito mientras duró y dar gracias por tan bella experiencia vivida. Me ha encantado esto (Aunque seamos almas dibujadas en la arena y desdibujadas por las olas, ello no tiene por qué ser triste: puede ser imperfecto, hermoso y pasajero). Perfecto. Paz y Amor.
¡Gracias!
Gracias por leer, sí fue bonito mientras duró y hoy doy gracias por la hermosa experiencia. Todo es pasajero, pero no por eso deja de ser hermoso.