“Flowering wound” Painted on 6/16/12 in Creative Nectar Studio, Mission, KS
por Samadhi Yaisha / especial El Nuevo Día
Fue una espera angustiosa, pero no quedó más remedio que aguardar. La herida interior que observaba en mis meditaciones como la grieta reseca y gris de un estrecho y profundo cañón comenzaba a humedecer. Pasó de parecer una falla geográfica a sentirse como un tubo ondulado en cuyo fondo fluía agua limpia.
Aquello tuvo tanto sentido. Antes de comenzar mi jornada, mientras meditaba en la playa, hacer una limpieza e inventario de todos los momentos de dolor que se habían congelado en mi subsconsciente fue como remover el vertedero de chatarra mohosa de carros, neveras y estufas tirados al fondo de una cascada. Aquello me había rasgado hasta el principio de mí. Ahora el espacio estaba limpio y listo para hacer brotar vida nueva, pero el proceso iba tan despacio que hasta dolía esperar.
Mientras me sentaba a meditar, “miraba” dentro de ese pozo; “veía” y “escuchaba” agua fluyendo en el fondo. Me preguntaba con frecuencia si algo saldría de allí. Además de remover la basura mental en forma de duelos estancados, también trabajé con las percepciones torcidas de mí misma: fea, alta, gorda, insuficiente, no lo hago bien; no me tratan bien, por lo tanto, tampoco trato bien a los demás ni a mi ambiente.
Entendí mientras meditaba que el mundo tan maltratado que hemos creado es un reflejo de cómo nos sentimos por dentro; de qué creencias sobre nosotros mismos están sembradas en nuestra conciencia. Mi río interno estaba hundido bajo un montón de chatarra, igual que muchas hermosas cascadas naturales de mi país. Entendí que si mi desprecio interior era tan grande, entonces también así despreciaría mi ambiente exterior. Y también tuvieron sentido todas las playas repletas de basura, los manglares maltratados por la ignorancia, las tierras cultivadas de cemento y las cosechas perdidas por la indiferencia. El maltrato y el abandono de mi país tiene su raíz en el abandono interno de nosotros mismos.
Igualmente, recordé la primera vez que comencé a cuidar de mí misma, hace unos ocho años, en Santurce, a alimentarme mejor y a meditar en mi balcón aunque no supiera cómo. Agradecía que mi sistema digestivo sanaba por a los cambios en mi alimentación. De pronto, el Sol brilló más; escuchaba y veía con más claridad. La naturaleza me agradecía en armonía verde, como si al curar mi mente, cuerpo y corazón ayudara a mi tierra y al planeta.
La primavera volvía a Unity Village, errática: nevadas y mucho sol; neblina densa y noches despejadas. Mi estado del tiempo interior también oscilaba: “aún siento tanta rabia, pero quiero perdonar con todas mis ganas”; “todavía observo la necesidad de castigarme y castigar a otros, pero llevo un año practicando Ho’ponopono: ‘Lo siento, perdóname, te amo’”. Y suspiraba.
La vida en patitas y alas comenzó a pulular; brotaron mariposas, libélulas, mariquitas, conejos y venados. Aprendía que la vida evoluciona a veces con la tirantez entre los opuestos. Hasta que un día, pocas semanas luego de mi cumpleaños, la mariposa primaveral se convertió en un dragón veraniego que exhalaba fuego a 108 grados Farenheit.
Escribía sin pausas; cada diario tenía un título. El de turno se llamaba “Jornada hacia el centro de mi corazón”. En mis meditaciones, me sentaba al borde del pozo interior, y sentía una brisa fresca surgir de allí. Un día le dije: “Estoy lista para escucharte”. Miré hacia adentro: “¿Hay alguien ahí?” Oí una gota cayendo hacia el fondo y algo de allí abajo que me dijo: “Pedir perdón será la única manera de liberarse… Lo siento, perdóname, te amo”.
La voz me mostró que la batalla interna que terminaba en castigo para mí y los demás era realmente un ciclo de violencia hacia mí misma y mi cuerpo. De esos pensamientos circulares salían todas mis compulsiones, el maltrato propio, hacia otros y hacia el planeta. Sentarse una a quejarse por dentro sobre lo mal que había ido todo, y lo terrible que los demás se habían portado equivalía a un ejercicio de odio propio que no tenía fin. Ví que del odio hacia el ser interior nace la guerra. Mientras hubiese odio en mí, la creatividad y la sanación no ocurrirían. Así que cada vez me sentaba a meditar y observaba a mi mente estofar amarguras con todas las reacciones físicas que ello conllevaba, me recordaba: “Te estás odiando a ti misma”.
Poco tiempo después de repetir ese ejercicio y aguardar frente al pozo, se asomó una claridad verde y rosada. “Un halo de luz hermosa y dulce”, escribí.
Simultáneamente surgió un profundo resentimiento por haber ido en contra de mí misma cuando esa luz esperaba salir; recordé todas las veces que quiso guiarme y yo la hundí al escoger confundirme en la maraña de cabezas flotantes que me rodeaban murmurando un barrullo constante de barbaridades aprendidas –representaciones de familia, escuela y humanidad– cada cual diciéndome cómo tenía que pensar, actuar, escribir, aunque ninguna me preguntaba qué era lo que yo realmente quería o necesitaba. ¡Ninguna tuvo razón! ¡Por eso no salió escribir hasta que me rebelé, porque redactaba lo que otros querían! Abrí la puerta de mi nuevo apartamento y les dije a las cabezas flotantes, ninguna de las cuales me había enseñado a parir mi luz interior: “¡Todo el mundo cállese! Ahora le toca nacer, hablar y escribir a Ella, a la Musa, a la Diosa que sube desde el fondo de mí. ¡FUERA!” Y las vi rebotar escaleras abajo, reverberando cantinelas entrecortadas y con sus cueros cabelludos achichonados.
Presté atención todos los días a ese parto de luz que subía por el pozo. “Duele, duele, duele como si me estuvieran arrancando algo. Siento una contracción en mi pecho, respiro. Inhalo y exhalo con la boca abierta todo el día. Algo quiere salir de ahí”. Agarré un pincel para expresar lo que ya no me salía con palabras. Plasmé un santo grial, asiento de mi creatividad, y el útero interior del cual me paría hacia una nueva luz. Supe que había estado preñada del Absoluto que me impulsaba a atreverme a vivir. Descubrí la poesía de Rumi y abrí un libro al azar: “¿Quién se levanta temprano para descubrir el momento en el que comienza la luz?… ¿Quién, como Moisés, va por fuego y descubre lo que arde dentro del sol saliente?… No te satisfagas con las historias sobre cómo les ha ido a otros. Revela tu propio mito… Comienza a caminar hacia Shams, el maestro, el sol”.
Parirse a una misma a 108 grados se siente como andar por la calle sin cuerpo. La brisa caliente me atravesaba como si yo estuviera hecha de nada, y lo único que quedara de mí eran los poros por donde se colaba el vapor. Respiré con la boca abierta durante semanas. El solsticio de verano me regaló una quemicalización difícil y maravillosa al mismo tiempo. La herida que llevaba años tratando de curar era realmente una brecha por la cual se colaba la luz propia, y llegó con el entendimiento de que no tendría que regresar a una conducta sumisa jamás. Comencé a hablar con mi propia voz, al principio tenue, más adelante, color rosa fuerte, cálida, constante, templada y valiente. Al cabo de los meses veraniegos que duró aquel parto, miré el espacio donde estaba mi corazón, expandido en una sensible ranura, alargada y labial. Y supe que jamás hubo herida, era una vagina cósmica que había sido sepultada, acallada y cosida en forma de represión a lo femenino, lo maternal y lo sensible; la ridiculización del amor propio, el rechazo a la tierra que nos parió y la destrucción del planeta.
Y me dediqué a conocer a esa luz y a confiar en su guía sutil y poderosa.
En Facebook: 90 días: una jornada para sanar
“El parto cóscmico” / “The cosmic birth” – Creative Nectar Studio 2012
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
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❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
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