by Samadhi Yaisha/Especial El Nuevo Día originally posted on Sunday, October 17, 2010 at 12:01pm
Atención lectores: Continuación de relato publicado en la columna del 3 de octubre de 2010.
Me encantaría acelerar la película y narrarles ya el epílogo en el otro lado del globo, pero sería como desinflar un chiste contándolo desde el final. Leerían sobre una estadía geográfica más si no les relato el primer tramo del viaje, el que fue bajando la cuesta, quitándome lo que creía mío hasta dejarme de patitas en el aeropuerto.
By Toni Lozano [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)%5D, via Wikimedia CommonsAquella patada verbal que me expulsó del único paraíso que conocía en ese momento -un conjunto de relaciones interpersonales que me daban sentido de hogar, pertenencia y seguridad- provocó dos aterrizajes forzosos.
El primero fue una llamada de auxilio a una amiga -a cuyo grupo de apoyo había intentado regresar, pero las reuniones habían pausado- y quien, tras descifrar los sollozos y las sopladas de mocos al otro lado del teléfono, concluyó naturalmente:
–Me parece que atraviesas una crisis.
Me dejó con media lágrima colgando de un ojo. Un silencio después, aspiré en medio resuello el agua colada por la nariz y exhalé más alivada. Mis oídos comenzaron a abrirse. Aunque me había dicho lo mismo, en sus palabras percibía una honestidad sencilla, sin reclamos de que tuviese que cambiar nada de mí. Era un mensaje certero, pero acompañado de tacto y compasión.
En el segundo aterrizaje, caí sentada en el consultorio de un terapista, a quien terminé de contar el doloroso relato justificando la acción de la persona que yo sentía me había herido.
El terapista me miró sin pestañear, con su mano en forma de L recostada entre la sien y el labio superior. Levantó las cejas en cámara lenta, haciendo un gesto de incredulidad al cual respondí abriendo los ojos, como si hubiese dicho algo muy equivocado.
No dijo nada, pero escribió con un marcador en su pizarra blanca: c-o-d-e-p-e-n-d-e-n-c-i-a.
Exhalé frustración. Dejé caer la cabeza sobre el espaldar del sillón y me planté la mano en la frente, en un gesto sobredramático de desgracia.
–Pero, ¿cómo es posible? ¡Si son personas buenas! ¡Daría la vida por ellos!
–Precisamente- el terapista volvió a señalar la pizarra.
Acababa de romper un mal hábito de alimentación que había requerido de toda mi disciplina y energía. Lo que leía en la pizarra significaba empezar otra vez. La película de un demoledor episodio de codependencia que había vivido con un chico problemático 12 años atrás comezó a rodar en mi cabeza como el chirrido de una cinta vieja que desempolvaba los recuerdos de horror que había combatido sola en el cuarto más apartado de un hospedaje estudiantil. Recordé que había trabajado intensamente durante al menos dos años para escalar aquel foso enfangado. Ahora, ese proceso que había dejado a mitad -porque el corazón me pidió una pausa, porque tratar de sanarse una misma a los 20 años requiere de una fortaleza formidable que costaba mucho empeñar- regresaba para reclamarme término.
¿Podía uno engancharse de un grupo de personas, de un colectivo, de la misma forma en que ocurre con un familiar o una pareja? ¿Cómo se rompe ese hábito?
El terapista me respondió con el título Love is a Choice, de los autores Hemfelt, Minirth y Meier (¡el cual no recomiendo trabajar sin supevisión!). Acepté la tarea de derribar esa práctica inconsciente que me regalaba infelicidad.
El viaje había comenzado.
Tras sanar el episodio anterior, había olvidado el paso más importante: estar atenta a las señales y mantenerme conectada a mis sentimientos y necesidades. Pero, como una buena codependiente, cuando sonaron en mi cabeza las alertas que decían cuidado, estás obviando tus límites, yo misma acallaba la voz pensando que allí recibía amor. Estaba dispuesta a pagar el precio de olvidarme de mí misma para evitar lo que más temía: el rechazo. Al dejar mi precioso ser interno rezagado, al ignorar o embozar la vocecita de la niña interior que pedía cuidado y amor, al mentir diciendo que sí podía hacer todo para los demás cuando quería decir que no y atenderme a mí misma, les entregaba a los demás un hilo de mi libre albedrío… Y dejaba a mi pequeña interior desnutrida, desvelada y despeluzada.
Sentí rabia por haberme fallado. Ya tenía puesto el pie en el acelerador conductual para repetir lo que más hacía cuando encontraba un prójimo falible, salir corriendo; pero el terapista negó con la cabeza:
– Vas a intentar establecer relaciones saludables allí mismo.
Ahora era yo la que levantaba las cejas en un gesto de imposibilidad, pues se habían multiplicado en mi cabeza recuerdos de instancias en las que yo había sobrecargado a los demás con mis lloraderas a cubos, y el sentido de culpa me había sellado los labios. Era mejor liberar a los otros de mi dolor y salir en silencio. Que no, insistió el consejero.
Abrí el libro como quien desenlaza un regalo. Parecía que los autores me hubiesen entrevistado para algunos capítulos. Todo el mundo tiene un grado de codependencia. En un nivel saludable, no hay problemas, pero en mi caso, casi rompía el termómetro.
Ese día me monté en una montaña rusa hacia el interior que, junto con otros procesos, me llevarían a lugares en mí que ni sospechaba que existían y que terminaron por transportarme geográficamente a paisajes que jamás había visitado. Fue como acceder a una puerta dimensional a través del alma.
Con las primeras páginas empezaba descifrar el acertijo de las lágrimas: bajo cada gramo del azúcar que había sido mi equivalente a una botella de alcohol, había una memoria dolorosa cristalizada en caramelo que esperaba a ser liberada y sanada. La frase que repetía constantemente desde la adolescencia -“No sé por qué estoy llorando”- finalmente comenzaba a tener una respuesta más allá de las hormonas.
Esa noche me senté a escribirle en mi diario al único ser que nunca me había fallado: La rueda del karma gira y necesito este salto cuántico tal y como necesité el anterior hace dos años. Estuviste ahí en todo momento. El panorama se ve ahora más solitario. Hay menos gente según se estrecha el camino. Hay silencio. Se me ha ido cayendo la armadura y me he ido quedando desnuda. Ayúdame a saltar esta valla que parece una montaña. Ayúdame a quedar vacía absolutamnte de todo dolor y sufrimiento.
En el episodio anterior, aunque brutalmente doloroso, pude terminar agradeciendo cada paso como algo necesario para crecer. Esta vez me estaba costando más trabajo, pues tenía mucho más que perder. De veras que quería agradecer el proceso, haber descubierto que había defectos que superar, pero aún no podía hacerlo con honestidad.
Me tomaría 90 días empezar a subir la cuesta, apenas unas horas antes de ver salir a los mineros chilenos de su abismo, para poder comenzar a ver las cosas del otro lado, estando yo situada geográficamente en el otro lado del mundo.
Una persona codependiente:
Tiene una o más compulsiones
Las más obvias: trabajoholismo, alcohol, drogas, sexo, desórdenes de alimentación.
Las menos obvias pero no menos compulsivas: obsesión por amasar dinero, fama y poder; necesidad de contabilizar cosas repetidamente, organizar objetos geométricamente o en una línea, lavarse las manos compulsivamente, corregir excesivamente.
Se atormenta por cómo eran las cosas en su familia de origen – y los sucesos que vivió lo persiguen como si fueran fantasmas. Todo el mundo tiene esos recuerdos del pasado. Una persona con un nivel bajo de codependencia los puede mantener silenciados, pero a una persona como el termómetro de codependencia en números rojos, esas memorias le hacen ver las circunstancias presentes torcidas.
Su autoestima y madurez son, con frecuencia, bajas – ¿Cuán feliz me siento conmigo misma (o)? ¿Me defiendo constantemente de la crítica injusta?
Está seguro (a) de que su felicidad depende de otros- de lo que digan o piensen, de que otras personas cambien o asuman otras conductas.
A su vez, se siente excesivamente responsable por otros – que lleva sobre sus hombros la felicidad, sentimientos, acciones y pensamientos de los demás, incluso la responsabilidad de que no se metan en problemas o cometan errores.
Su relación de pareja oscila de manera desequilibrada entre la dependencia y la interdependencia – lo opuesto a la codependencia no es la independencia, si no la interdependencia; personas que son suficientemente dependientes para abrirse a otros y ser vulnerables, pero al mismo tiempo, mantienen un concepto único de sí mismos que no necesita ser completado por más nadie.
Es un maestro (a) de la negación- (¿Codependiente yo? ¡No puede ser!) No puede ver las cosas como son; justifica el comportamiento de su familia de origen, aunque haya sido maltratante, y finge que las cosas negativas que ha vivido no han ocurrido.
Se preocupa por cosas que no puede cambiar, aunque trata de hacerlo – se frustra y trata de controlar a las personas y circunstancias que están fuera de su control y siempre lo estarán.
Su vida se caracteriza por los extremos – sus relaciones interpersonales están marcadas por altibajos.
Continuamente busca algo que falta en su vida – Algunos lo describen como “caminar por ahí sintiendo un enorme hoyo adentro; algo falta en mi interior”.
Estas 10 características mantienen a la persona codependiente repitiendo tres tipos de conducta:
Su concepto de familia está moldeado por las experiencias de la niñez y está atado a repetir las vivencias familiares que recuerda.
Permite que esas experiencias de la niñez influyan en casi todas sus decisiones adultas, incluso en la forma en que percibe las circunstancias presentes.
El pensamiento racional y lógico no afecta a las primeras dos características. El hijo de un alcohólico se jura a sí mismo: “Nunca más me casaré con un alcohólico o someteré a mi familia al sufrimiento que viví”. Sin embargo, la lógica y la razón vuelan ventana abajo cuando escucha las seductoras sirenas del pasado. Casi sin excepción, escogerá a un alcohólico o a una pareja similarmente disfuncional, pese a sus buenas intenciones y conocimiento.
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Biografía en español ❦
Instructora de mindfulness, traductora, editora, columnista y poeta. Es graduada de la primera clase del programa Mindfulness Meditation Teacher Certification Program a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach. La certificación fue otorgada en junio de 2019 por el Greater Good Science Center, adscrito a la Universidad de California en Berkeley, en asociación con Sounds True.
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Ha enseñado mindfulness y self-compassion en Sagrado Global, el Centro Sofía y la Biblioteca Madre María Teresa Guevara, los tres en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico; Insight LA en Los Ángeles, California; el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Puerto Rico, la Asociación de Industriales de Puerto Rico, entre otras instituciones.
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Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), Andrea Castillo, Francisco Gable, Bhikkhu Analayo, Guy Armstrong, las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg . Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y participó en tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en 32 retiros o entrenamientos de mindfulness o vipassana con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Bob Stahl (exdirector de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Andrea Castillo y Bruni Dávila (Insight Retreat Center en Santa Cruz, California, 2019, 2020, 2021) Guy y Sally Armstrong (maestros seniors de Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (fundador de Insight Meditation Center de Red Wood City, 2020, 2021). Pertecene a la sangha que dirige Mary Grace Orr. Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018), el Centro de Zen Soto de Cupey (2018), Dharma en Español de Andrea Castillo (2019-2021). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016, 2020, 2021).
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Antes de ser instructora de mindfulness, Yaisha Vargas fue periodista de "hard news" (1999-2008) para los medios WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007). Tiene 13 años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2021).
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Entre 2010 y 2020 fue autora de la columna “90 días”, que se publicó en el periódico El Nuevo Día, en la cual narró la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida. Como parte de esa búsqueda, viajó a India, España, Missouri (EE.UU.) y California (EE.UU.). Durante sus viajes, conoció a más de 25 maestros espirituales y oradores de diferentes tradiciones espirituales; trabajó como asociada de oración de Silent Unity en Unity Village, Missouri, y como representante de servicio al cliente de esa institución.
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En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria en Unity Village, Missouri, y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Roy Harvey, editora anterior de la revista. Daily Word / La Palabra Diaria ha sido publicada desde 1924, ha tenido hasta dos millones de lectores y se traduce a ocho idiomas. Como editora asociada, Yaisha estuvo a cargo de supervisar la traducción al español para los países hispanohablantes. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
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Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
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Ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
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Nació en Santurce, Puerto Rico, en 1977 y pasó la mayor parte de su niñez y adolescencia en el pueblo de Trujillo Alto. Se graduó como la valedictorian de su clase de escuela superior en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en 1995 y su puntuación del College Board estuvo entre las primeras cien de ese año. Fue editora del periódico escolar "Reflejos" y coeditora del anuario. También se graduó Summa Cum Laude de su bachillerato en Comunicación con especialidades en Periodismo y Telecomunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico (1999). Fue galardonada con la Medalla Pórtico y con la Beca "Fondo de Estudiantes Excepcionales" (FEE) de esa institución. Su nombre aparece en el Dean's List (1998). Estudió dos Másters en redacción de guiones de cine en la Universitat Autònoma de Barcelona (2001) y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Valencia (2002).
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Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria y la Sede Central de Unity en Missouri; la Oficina de Servicio Mundial de Al Anon Family Groups en Virginia; Barre Center for Buddhist Studies en Massachusetts; la Universidad de Zaragoza en España; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico, y Newsela Inc., en Estados Unidos.
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Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Ofrece sus servicios desde el sitio web www.amysticwriter.com.
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❦ (English bio) ❦
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Mindfulness instructor, translator, editor, columnist, and poet. She is a graduate of the first class Mindfulness Meditation Teacher Certification Program directed by renowned psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. The certification was awarded in June 2019 by the Greater Good Science Center at the University of California, Berkeley, in association with Sounds True.
She has taught mindfulness and self-compassion at Sagrado Global, Centro Sofía and the Madre María Teresa Guevara Library, all three at Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico; Insight LA in Los Angeles, California; the Association of Dietitians and Nutritionists of Puerto Rico; the Puerto Rico Manufacturers Association, among other institutions.
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She began studying mindfulness in 2011 under the tutelage of Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned psychologist Jack Kornfield, one of the leading figures in bringing mindfulness and the Theravada tradition of Buddhism (vipassana) to the West. Yaisha's mindfulness teachers include Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneering self-compassion researcher), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporary of Ram Dass and Krishna Dass ), Andrea Castillo, Francisco Gable, Bhikkhu Analayo, Guy Armstrong, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived near Deer Park Monastery in California, founded by Thich Nhat Hanh in the Plum Village tradition, where she practiced every week and participated in three mindfulness retreats. In addition, since 2011 she has participated in 27 vipassana/mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield ( 2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Bob Stahl (former director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Andrea Castillo and Bruni Dávila (Insight Retreat Center in Santa Cruz, California, 2019, 2020, 2021) Guy and Sally Armstrong (senior teachers at Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (founder Insight Meditation Center of Red Wood City, 2020, 2021). She belongs to the sangha led by Mary Grace Orr, and has belonged to several meditation sanghas, including Dharma en Español, led by Andrea Castillo (2019-2020); Unity sangha led by Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; as well as Insight San Diego (2015-2016) in California, Four-Fold Sangha at Deer Park Monastery, in Escondido, California (2015-2016), Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) and Centro de Zen Soto de Cupey (2018). She studied with interspiritual writer and teacher and Mirabai Starr in 2015, and took mindful writing courses with Amy Spies at Insight L.A. in Los Angeles, California (2016, 2020, 2021).
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Before being a mindfulness instructor, Yaisha Vargas was a "hard news" journalist (1999-2008) for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), EFE Spanish International News Agency (2003-2005) and The Associated Press (2005 -2008). She received awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008), and the Laura Rivera Meléndez Foundation (2007). She has 13 years of experience in specific coverage of holistic health topics (2008-2021).
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Between 2010 and 2020, she was author of the column "90 days," published in the newspaper El Nuevo Día, which recounted the courageous journey of a spiritual seeker to find total healing and a deep meaning in life. As part of that search, she traveled to India, Spain, Missouri (USA) and California (USA). During her travels, she met more than 25 spiritual teachers and speakers from different spiritual traditions; worked as a Silent Unity prayer associate in Unity Village, Missouri, and as a customer service representative for that institution.
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In 2012, she began writing for Daily Word / La Palabra Diaria magazine in Unity Village, Missouri, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Roy Harvey, former editor of the magazine. Daily Word / The Daily Word has been published since 1924, has had up to two million readers, and is translated into eight languages. As associate editor, Yaisha was in charge of overseeing the Spanish translation for Spanish-speaking countries. She has also written articles for Vibra Bien Magazine, and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters in Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word / La Palabra Diaria.
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Originally from Puerto Rico, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, the Unity School of Practical Christianity, and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Majaiana (Zen) and Tibetan traditions.
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She has studied various types of yoga since 2004 in Puerto Rico, India and the United States. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two graduate students from her teaching programs. In the United States, she studied with Judith Lasater (2011), who brought restorative yoga to America; Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar system, and Mary Obendorfer (2011), senior teacher in the Iyengar system and co-director of the B.K.S. Iyengar in San Diego. He also taught restorative yoga classes for two years in Puerto Rico (2008-2010) and had students when he lived in India (2010) and Missouri (2011).
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She was born in Santurce, Puerto Rico, in 1977 and spent most of her childhood and adolescence in the town of Trujillo Alto. She graduated as the valedictorian of her high school class at Colegio Nuestra Señora del Carmen in 1995 and her score on the College Board tests (the local SAT's) was in the top 100 that year in the island. She was editor of the school newspaper "Reflejos" and co-editor of the yearbook. She also graduated Summa Cum Laude from her BA in Communication with specialties in Journalism and Telecommunications at the Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico (1999). She was awarded the Portico Medal and the "Exceptional Students Fund" Grant (FEE) from that institution. Her name appears on Dean's List (1998). She studied two Master's degrees in film script writing at the Universitat Autònoma de Barcelona (2001) and at the Menéndez Pelayo International University in Valencia (2002).
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She is proficient in radio and public speaking, as well as writing, editing, and proofreading in Spanish and English. She has translated, edited and proofread translations, in both book and pamphlet works, for Daily Word and Unity Headquarters in Missouri; Al Anon Family Groups World Service Office in Virginia; Barre Center for Buddhist Studies in Massachusetts; the University of Zaragoza in Spain; the Centers for Spiritual Living headquarters of Ernest Holmes's Science of Mind philosophy in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico, and Newsela Inc., in the United States.
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She writes, edits, and translates in both languages on the topics above. She offers her services from the website www.amysticwriter.com.
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2 Comments
Samadhi, I love your candid honesty. It takes great courage, a strong heart. I enjoy reading your story, and sharing your journey.
I think the most beautiful words are the ones at the very bottom:
“The author is a free woman.”
I feel honored by your words. I have been practicing healing through writing; that was my purpose. After everything started to go downhill I just couldn’t stop writing. It was obsessive, at all times, day and night. I could be doing anything, and I had to stop to write. So, these posts are the summary of all that. I will start translating the third one. Actually, in the Spanish versions I am near number 30, so I have some translation to do!
Samadhi, I love your candid honesty. It takes great courage, a strong heart. I enjoy reading your story, and sharing your journey.
I think the most beautiful words are the ones at the very bottom:
“The author is a free woman.”
Namaste
I feel honored by your words. I have been practicing healing through writing; that was my purpose. After everything started to go downhill I just couldn’t stop writing. It was obsessive, at all times, day and night. I could be doing anything, and I had to stop to write. So, these posts are the summary of all that. I will start translating the third one. Actually, in the Spanish versions I am near number 30, so I have some translation to do!