90 días: El ‘no’ de la compasión

Por Yaisha Vargas-Pérez / columna publicada el Domingo de Resurrección, el 16 de abril del 2017, en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”
 
En mayo del 2013, viajé con un grupo de amigos budistas de Kansas City a Louisville, Kentucky, para ver al Dalai Lama, quien dio enseñanzas sobre la compasión en acción.
 
Allí una mujer le preguntó cómo podía extenderle compasión a personas difíciles, por ejemplo, un asesino en serie.
 
El Dalai Lama respondió que el ser humano y el delito no son la misma cosa. La persona que cometió un delito sigue teniendo derechos humanos y debe ser tratado como tal, a la vez que responde legalmente por sus acciones.
 
En su libro “La sabiduría del corazón”, el psicólogo budista Jack Kornfield dice: “La compasión no es tonta. No es que esté de acuerdo con los demás para que no se sientan mal. Hay un sí en la compasión, y también hay un no, dicho con la misma valentía del corazón. No al abuso, no al racismo, no a la violencia, tanto personal como en todo el mundo. Este ’no’ se pronuncia, no desde el odio, sino desde un sentido de diligencia inquebrantable. Los budistas le llaman a esto ‘la espada feroz de la compasión’. Es el poderoso ‘no’ que se pronuncia al dejar una familia destructiva; el ‘no’ agonizante al dejar que un adicto experimente las consecuencias de sus acciones”.
Protest_Racism_in_the_Kensington_community_of_Calgary_Alberta_2007
By Robert Thivierge from Calgary, Canada (Anti-Racism Kensington 33) [CC BY-SA 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)%5D, via Wikimedia Commons
 
Al crecer en consciencia mientras medito en solitario, me doy cuenta de la importancia de mantenerme despierta ante lo que ocurre en el mundo. Meditar no es aislarse, sino crecer más en consciencia para expresarla en el planeta al meditar en comunidad, marchar, ser de apoyo a otros, sembrar en el huerto urbano, o empoderar a los jóvenes.
 
Hace unos días, líderes budistas reconocidos en EEUU hicieron una declaración pública conjunta sin precedentes, llamando a todas las religiones a pronunciarse en contra de las políticas del nuevo gobierno de EEUU que crearán sufrimiento para los sectores más vulnerables de la sociedad. La declaración “Stand Against Suffering” apareció en la revista “Lion’s Roar”. Tradicionalmente, el budismo no toma partidos, aunque sí le hace frente al sufrimiento “con sabiduría y valentía”.
 
“Al enfrentar la realidad de este sufrimiento, recordamos que la quietud no significa pasividad, y que el desapego no significa falta de compromiso”, indica la declaración. “Cualquiera que sea nuestra perspectiva política, ahora es el momento de luchar activamente por las cosas que son importantes. Oponerse al odio. Luchar por el respeto. Luchar para proteger a los vulnerables. Cuidar la Tierra”, añade.
 
Ser meditador o contemplador en cualquier creencia no implica quedarse cruzados de brazos en momentos de convulsión social y política, o cuando es necesario denunciar la corrupción de funcionarios y exigir que salgan de sus cargos; o exigir que se auditen las acciones pasadas del gobierno. Levantarse para decir “No” y “Basta” es un gesto necesario para proteger la vida, la integridad y la dignidad, y un acto de compasión hacia los que sufren las consecuencias de líderes inconscientes.
 
Fomentar la oración para que los gobernantes sean más conscientes no los exime de enfrentar consecuencias. El primer frente de compasión debe ser para atender a los que están sufriendo por cortes de servicios o por injusticias. Significa hacer todo lo posible para evitar que los daños vuelvan a ocurrir.
 
Es necesario denunciar la injusticia económica, el quitarle el dinero de la educación de muchos que ya tienen menos para dárselo a unos pocos que ya tienen de más. Es imperante oponerse a la exclusión y a la violencia por razones de raza, género y orientación sexual, pues promueven la separación y causan sufrimiento.
 
Un buda no es suficiente
Hacen falta muchas manos en diferentes frentes, como tantas tiene la figura de la compasión Kwan Yin, para decirle que sí a la compasión que nos puede salvar.
 
Esta capacidad de establecer una conexión directa con la Divinidad como Hij@s que somos de Ella, desde la cual reclamamos el derecho de tod@s a pertenecer en el planeta, a sanar, a no ser controlados por un sistema desigual, a decir la verdad sobre los funcionarios corruptos, fue lo que defendió aquel que resucitó hace 2,000 años.
 
Protest_of_Youth_for_Western_Civilization
By Moliverg (Own work) [Public domain], via Wikimedia Commons

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