por Samadhi Yaisha/especial El Nuevo Día, on Sunday, November 28, 2010 at 6:09pm ·
“Las personas, incluso más que las cosas, deben ser restauradas, renovadas, revitalizadas, reivindicadas y redimidas; nunca hay que echar a nadie”. – Audrey Hepburn, actriz y filántropa.
Miré atónita la foto en Facebook y el corazón me rebotó en el estómago. Mi cara no estaba. Había esperado dos años para aparecer en lo que para mí era el equivalente de un retrato familiar, y me había ilusionado con atreverme a mostrar la expresión auténtica y riza de mi cabello, el cual alisé durante 19 años por prejuicios familiares y ajenos. Así podría descartar la imagen anterior de hebras estiradas en la que ya no me reconocía.
Era una foto de maestros y estudiantes, y aún daba clases allí. Pese a que se habían reducido mis labores, recibí el mensaje de que ese lugar seguiría siendo mi casa. Pero mi celular, que recibía casi exclusivamente llamadas de allí, dejó de cantar. Hubo una celebración a la que ansiaba ir y no recibí invitación. Una de las encargadas me dijo que yo había hecho mucho, pero que ahora lo que podía esperar era ayudar, a lo mejor, en el futuro.
Yo sabía que había cometido un error -vertir mis emociones en el lugar equivocado- pero, en comparación con todo lo bueno que había hecho, parecía tan pequeño que estaba segura que la situación no era irremediable. Trataba de seguir el consejo de un terapista, quien insistió en que manejara el conflicto sin huir. La literatura de apoyo que trabajaba contraindicaba la separación laboral y proponía una segunda oportunidad. Sugerí un mediador –quien guiaría un proceso para establecer límites nuevos y saludables– pero la respuesta fue que no: “es el karma de una estudiante”. Otro golpe. Ya no era la hija ni la hermana espiritual, era una estudiante más. Traté de pedir disculpas en persona; la respuesta telefónica fue que no había cometido ningún error, pero aún así no regresaría.
Me había quedado sin el intercambio inconsciente de trabajar en exceso para que me apreciaran más. ¿Cómo relacionarme ahora? Fue duro descubrir que sin “trueques” no sabía relacionarme muy bien con los demás. Era como un bebé que trataba de extender la mano.
By D. Sharon Pruitt from Hill Air Force Base, Utah, USA [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)%5D, via Wikimedia CommonsIntenté otra vía. Envié globos como muestra de cariño, y ¡recibí las gracias!, pero luego regresó el silencio. Como parte de las herramientas de apoyo que trabajé, reconocí que los demás no eran responsables por mis dificultades, y me disculpé -otra vez- por cualquier sobrecarga. Tampoco obtuve respuesta. Con la invitación para que así lo hiciera, fui a dos clases en un intento por reestablecer una normalidad, pero en la segunda recibí un comentario de mofa de uno de los encargados. Decepcionada, miré al suelo. El corazón me susurró: “basta”. Cuando llegué a la puerta, dije, a esa clase, hasta luego con la mano y adiós con el corazón.
Luego de eso, seguí escuchando elogios en público, pero silencios en privado. Era confuso y doloroso. “Tenemos otros maestros que traen su trasfondo de aprendizaje; han ido a India o tienen enseñanzas budistas. ¿Qué tienes tú que ofrecer?”, me preguntó una encargada. Me quedé en shock otra vez -allí me habían enseñado todo lo que sabía.
La foto en Facebook fue lo más fuerte. Cancelé mi cuenta por un par de semanas y volví donde el terapista, esperanzada en que encontraríamos otra vía de reintegración para romper el patrón de huida. Pero su comentario fue: “Es una señal de que ya no perteneces. Ya no eres parte de… A veces la vajilla se rompe y no se puede pegar”. Dos amigas coincidieron con él.
Dejar ir
Una amiga de la tercera edad me escuchó el cuento en varias vueltas con toda la paciencia de sus años: “Tienes que dejarlos ir”. Otra amiga entrañable con quien reconecté me dijo con fortaleza: “Qué bueno que te pasó todo eso. Así aprendes a vivir con desapego.” Y desde el extranjero, una voz amada que me llama casi todos los domingos: “¡Suéltalos ya!”
¿Dónde está mi casa?
By Felipe Skroski (originally posted to Flickr as underwater world) [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia CommonsAbrazaba el mar todas las mañanas para meditar y expulsar frustraciones. Podía llover o solear; el mar siempre me acogía, incluso cuando pasó Earl, que pareció devolverme la ira que había despojado en la playa. A medida que avanzaba el otoño, las olas se volvían más poderosas, lo que facilitó enfrentar al resentimiento. Me aferré al significado del nombre espiritual Abhi -sin miedo. Al final de cada meditación, flotaba en el agua y practicaba el soltar, dejar ir y aceptar: si alguien no quería relacionarse conmigo, aunque hubiese dicho que formaba parte de su familia, yo nada podía hacer.
Entonces le dije a Dios: “Ahora sí que estamos solas.”
Mientras soltaba emociones densas, perdía peso corporal. Me ayudaba una dieta con alto contenido de algas. El sol naciente me sorprendió durante 32 mañanas saliendo del agua revestida y despeinada de sargazo verde y morado. Plantas marinas adentro y afuera me llamaban más y más hacia el mar. Sentía que me iba deshaciendo en la brisa y el agua. El cielo era mi techo y el mar mi sábana. Sin hogar fijo al que regresar, miraba el horizonteprofundo y entendí a las poetas que se habían fusionado con las olas para siempre. “Quizás no sabrían meditar en el agua,” pensé. Aunque a veces me tentaba caminar hacia el otro lado, cada mañana decidí salir de la profundidad
Me habían expulsado del paraíso… pero aún que me quedaba el mar.
Quemando el karma
Y ustedes dirán, pero ¡y a esta chica qué muchas cosas le han pasado! He aprendido que nada en la vida es gratis. Hubo amigos y colegas que dejé tirados porque se habían vuelto “tóxicos”: uno que durante 13 años fue mi hermano, y a quien hace tres le dije adiós -igual, por Facebook- porque me había hartado de sus problemas; otro ex colega al que contribuí a empujar fuera de su trabajo porque no hacía lo que yo creía debía hacer, y una amiga que parecía resbalar hacia la locura con riesgo de perder todo, y yo no quería que eso se me pegara a mí.
“Mike” Michael L. Baird [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)%5D, via Wikimedia CommonsViví en el pecho y en la piel el dolor que sintió el primero cuando abrió su cuenta y vio el mensaje de adiós sin explicaciones, a distancia, revestido con mi cobardía de no querer ver su dolor; la desesperación del segundo, que tenía familia, y la incertidumbre de la tercera por mi silencio. Les eché la culpa de mis cargas, proyecté en ellos mis molestias sintiendo que tenía que “proteger” el espacio saludable a mi alrededor. Ahora la vida me devolvía la moneda y me recordaba que yo había olvidado la compasión.
Había aprendido que el karma (Ley de Causa y Efecto) no es un castigo divino, sino una ley científica -para cada acción, hay una reacción igual y opuesta. Nada se queda sin pasar factura. El estatuto cósmico explica, básicamente, que toda acción es un boomerang. Tenemos libre albedrío para decidir si creemos en ello o no, pero es como la ley de gravedad y el segundo artículo del Código Civil: la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento.
Escribí cartas a los tres con ánimos de subsanar equivocaciones. Recibí el regalo de que hacía tiempo me habían perdonado. Entre ellos recuperé a dos que había echado de lado porque no hacían lo que yo pensaba debían hacer para arreglar sus vidas. También comprendí que yo atravesaba un proceso de limpieza espiritual. Al haber pedido refugio en el santuario de un maestro que quería visitar durante 90 días, cargas como éstas debían ser despojadas.
En ese capítulo de separación, me tocaba agradecer el vuelto de la moneda y cancelar la factura con el sello más poderoso: el perdón genuino e incondicional. No podía ser de otra manera.
Y mientras escribo la próxima, “Buscando visa para despertar”, preparo un sobre con amor y bendiciones por si acaso, algún día, me toca recibir una columna.
La autora es un ser libre.
[Public domain], via Wikimedia Commons
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Lilliam Irizarry, Tayra Toledo and 2 others like this.
Marielena De Bardem Gracias…November 28, 2010 at 6:18pm via mobile · Like
Abhi Samadhi Bendiciones María Elena, gracias a ti por el seguimiento. :)November 28, 2010 at 6:19pm · Like
Anamar Leen T felicito. :)November 28, 2010 at 6:20pm · Like
Abhi Samadhi Gracias Ana. Bendiciones :)November 28, 2010 at 6:21pm · Like · 1
Tayra Toledo ¡Ya entendí! Lo leí sentada sola, en medio de una multitud, en la Ventana al Jazz en Condado. Me sentí más acompañada que nunca, y el final me dio deseos de llorar.November 28, 2010 at 6:49pm · Like
Anamar Leen Namaste. :)November 28, 2010 at 6:50pm · Like
Abhi Samadhi @ Tayra. ¿Llorar por qué? De todas formas, ¡Te envío el regalo de la aceptación de tus lágrimas y un abrazo!November 28, 2010 at 11:51pm · Like
Tayra Toledo No es de tristeza. Es algo que no sé explicar. Simplemente siento una enorme conexión contigo, basada en nuestros procesos, que me hace creer cada día más en ese vínculo cósmico donde no existen casualidades. Y eso me hace sentir grande y pequeñita al mismo tiempo y, sobre todo, sumamente agradecida por todo lo que estoy viviendo, porque no estoy sola. No sé si me explico.November 28, 2010 at 11:58pm · Like
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
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❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
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3 Comments
Sólo puedo decir que es usted un ser extraordinario, aprendí a silenciar. Observar y escuchar….
Nada pasa por merecer sufrir, lo que sea nos eleva a lo grande, es crecimiento absoluto para ayudar a otros….
Sólo puedo decir que es usted un ser extraordinario, aprendí a silenciar. Observar y escuchar….
Nada pasa por merecer sufrir, lo que sea nos eleva a lo grande, es crecimiento absoluto para ayudar a otros….
Hola, Nelly. Agradecida por su lectura y por su hermoso comentario. Solo comparto lo que me ayuda a sanar y también aprendo de las personas que aprenden de mí, lo cual también agradezco mucho. 🙏🌷 Bendiciones y paz. ❤
Sólo puedo decir que es usted un ser extraordinario, aprendí a silenciar. Observar y escuchar….
Nada pasa por merecer sufrir, lo que sea nos eleva a lo grande, es crecimiento absoluto para ayudar a otros….
Sólo puedo decir que es usted un ser extraordinario, aprendí a silenciar. Observar y escuchar….
Nada pasa por merecer sufrir, lo que sea nos eleva a lo grande, es crecimiento absoluto para ayudar a otros….
Hola, Nelly. Agradecida por su lectura y por su hermoso comentario. Solo comparto lo que me ayuda a sanar y también aprendo de las personas que aprenden de mí, lo cual también agradezco mucho. 🙏🌷 Bendiciones y paz. ❤