Por Yaisha Vargas / crónica publicada el domingo 22 de marzo de 2015 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”
Playa en Oceanside, San Diego, California
San Diego, California. Una playa de arena dorada y negra. Mis pies se hunden entre granos que destellan oro y piedras de río color malva. Parecen higos sedientos saciados por el Océano Pacífico. Aquí decidí claudicar mis batallas. Frente a ese mar de paz, le dije adiós a un tío que amaba mucho y que trascendió al infinito cuando yo tenía 11 años. Vuelvo al mar, y a su sinfonía cíclica y absoluta, en medio de otra transición de vida.
Hace meses, algunas de mis plantas comenzaron a morir, pese a que eran regadas con amor. Llegaba a mi hogar sintiendo que ya no lo era. Volví a escuchar esa vocecita que me visitó tiempo antes de salir de Puerto Rico y meses antes de mudarme del apartamento en el que viví en Kansas City a la casa en la que resido en Unity Village: empaca tus cosas porque pronto te vas a mudar. “No, no, no”, le respondí. “Me dijiste que éste sería mi hogar. ¿A dónde me llevas ahora?”
Comencé a tener batallas internas con otros seres humanos. Di más allá de lo que podía para tener paz mutua. Sentí que dejé mi integridad emocional al borde del maltrecho. Anhelaba soltar la guerra y no podía. Una maestra de meditación me invitó a mirar profundamente en mí. Cuando otra persona hace algo que despierta dolor, la práctica consiste en investigar qué es lo que verdaderamente nos duele. Así que abrí mi corazón, le dije a la Vida que quería saber porqué aún sentía que tenía enemigos.
Monasterio en Deer Park, California
Minutos después llegué a mi grupo de meditación de los miércoles. Leíamos el libro “A Path With Heart” del psicólogo y maestro budista Jack Kornfield. Comenzamos el capítulo “Stopping the war”, sobre los conflictos internos que cargamos y cómo detenerlos. Mis compañeros de meditación leían en voz alta. Cada párrafo tocaba una cuerda de la sinfonía de mi dolor interno. Esta vez, no le impuse una historia a mis emociones. No dejé que mi mente se perdiera pensando en los actos hirientes de otros hacia mí. Más bien, respiraba profundamente y le decía a mi dolor: “Estoy aquí, estoy presente”. Me pregunté qué ocurriría si, en mi mente, le permitía espacio a las personas a quienes les tenía miedo. Mi niña interior se aterrorizó. “No estás sola”, le susurré. “Voy a sentir esto por ti”.
El libro llegó a mis manos y sentí que una navaja pequeña y mortal me cortaba el corazón lentamente desde adentro hacia afuera. El párrafo que me tocaba leer narraba la historia de un joven médico que estuvo en la guerra de Vietnam y regresó a Estados Unidos severamente afectado con estrés post traumático (PTSD, en inglés). Durante ocho años, él había tenido pesadillas tras las cuales despertaba agitado y sudoroso. Eso ocurrió hasta que asistió a su primer retiro de meditación. “Durante el retiro, las pesadillas no ocurrieron mientras dormía, llenaban mi mente durante el día … Donde había una tranquila arboleda de secuoyas, yo veía escenas retrospectivas de guerra y horror. Los estudiantes soñolientos en el dormitorio se convertían en pedazos de cuerpos humanos desparramados en una morgue provisional”, relató el ex soldado.
No podía creer que me tocara leer aquel pasaje, minutos después de que mi maestra me invitara a ver mi dolor interior y yo me rindiera a la posibilidad de verlo y sanarlo. Mi papá había estado en Vietnam. Mientras yo leía en voz alta la historia del soldado, la navaja que me cortaba por dentro emocionalmente me desgarró esófago abajo hasta mi ombligo, dejando expuesta una herida que “sangraba” profusamente. Aguanté el libro con una mano y contuve mi pecho con la otra. Sentí unas náuseas bien fuertes y pensé que no terminaría de leer. Mi voz comenzó a contraerse y pasé el libro a la próxima persona. Me mantuve absorta y presente ante lo que ocurría en mi interior. Respiré, observé todos mis síntomas y pregunté: ¿Qué es esto? La imagen de la herida que brotaba de mí, tan cruda y fuerte, me enseñó que lo que narraba el joven soldado era lo que había vivido mi papá en Vietnam. Lo que yo sentía en mis estómago era el equivalente a la úlcera que él trajo de regreso a Puerto Rico por el trauma que vivió y por beber agua contaminada. La herida emocional que yo había arrastrado desde mi niñez y durante toda mi jornada espiritual sin dar en el clavo era el PTSD secundario que había absorbido yo. Comencé a llorar, por primera vez, desde ese espacio en mí en carne viva. No recuerdo haber llorado desde tan adentro y con tanto silencio. Mi dolor había sido tan grande como para darle la vuelta a medio planeta en busca de sanación. No en balde, cuando “recordaba” en mis meditaciones el tiempo en el que estuve en el vientre de mi mamá, lo que sentía era ansiedad. Fue mi primera emoción posiblemente. Mi herida primaria provenía de un conflicto bélico horrible que había existido antes que yo. Cargaba en mí el dolor de una guerra entera. Mi práctica espiritual pasó de ser individual a estar relacionada con la historia de la humanidad. Curar esa herida existencial se convirtió en un deber: era el pedazo de mundo que me tocaba sanar.
Esa llaga comenzó a contarme su historia. Dentro de mí vi imágenes de gente mutilada, tanques de guerra y sangre; escuché llantos y dolor ensangrentado. Yo aprendí del maestro zen vietnamés Thich Nhat Hanh que igual que nuestros padres viven en nosotros, en nuestros hábitos y ADN, nosotros ya existíamos en ellos antes de nacer. Por eso tuvo sentido que yo “recordara” estas cosas. Eran tantas y tan fuertes, que las “puse” en la parte de atrás de mi cabeza. Necesitaba ayuda para procesarlas. El espanto que vi era imposible de sobrellevar para un ser humano solo. De inmediato, floreció en mí una gran compasión por mi papá. Entendí toda la rabia que yo había visto en él cuando era pequeña. Comprendí su dolor y por qué lo expresaba de la manera en que lo hacía. Supe de dónde provenían las oleadas de dolor emocional. Entendí mi vulnerabilidad y la de él, su necesidad de defenderse tanto y por qué yo, consecuentemente, me defendía tanto. Descifré por qué yo veía a otros seres humanos como mis enemigos. Yo había crecido casi como un soldado. Yo también fui a la guerra.
Salón de meditación en el monasterio de Deer Park, California
Sentí compasión por mis “enemigos”, aquellos que no podían estar cerca de mí porque yo cargaba algo demasiado doloroso. Andaba por la vida sin ser consciente de esta herida, así que la proyectaba en otras personas. Me relacionaba desde mi dolor, en vez de desde un espacio sano y completo en mí, porque era el único lugar interior que conocía. Acepté que otras personas me hubiesen dejado fuera de sus vidas e incluso entendí su aversión hacia mí. Los demás no sabían cómo lidiar con lo que yo llevaba, aunque hubiesen tenido la buena intención de ayudar.
Pedí ayuda a mi Poder Superior para pactar un armisticio con las partes beligerantes en mí. Me sorprendió la bendición de que las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, vietnamés y exilado tras denunciar los horrores de la guerra, llegaron a mi vida en mayo pasado. Gracias a su método, he profundizado en mi práctica y he sanado a leguas. He abrazado su causa de curar las heridas del conflicto bélico vietnamés que aún moran en los corazones humanos. De Vietnam salió mi herida y también mi sanación.
Hoy domingo terminaré un retiro de cuatro días en el monasterio de Deer Park en San Diego, California, fundado por Thich Nhat Hanh. Antes de entrar, visité una playa en esta ciudad ubicada cerca de un templo que mi tío paterno solía visitar. Allí le dije adiós a tío Aldado, finalmente. Allí entendí que lo único que me quedaba de él eran mis memorias de cuánto me había amado y cuánto yo lo había querido. Allí comprendí, entre la impermanencia de las olas que lavaban mis pies, que eso era lo único que importaba a final de cuentas. Y por eso depuse mis armas. La guerra acaba aquí, con mi decisión de no rebatir más y de sanar.
Dos semanas después de haber visto la guerra en mí, recibí la noticia de que mi trabajo terminaría pronto y me mudaría en un mes. Se abría la puerta, nuevamente, para dar un salto cuántico sanador. Aun no sé con certeza cuál será mi próximo destino. Sólo sigo la voz que me dijo con claridad: “Es hora de partir”.
(English bio below)
Instructora de mindfulness, traductora, editora, columnista y poeta. Es graduada del la primera clase del programa Mindfulness Meditation Teacher Certification Program a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach. La certificación fue otorgada en junio de 2019 por el Greater Good Science Center, adscrito a la Universidad de California en Berkeley, en asociación con Sounds True.
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y participó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en 27 retiros de vipassana/mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Andrea Castillo y Bruni Dávila (Insight Retreat Center en Santa Cruz, California, 2019, 2020) Guy y Sally Armstrong (maestros seniors de Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (fundador de Insight Meditation Center de Red Wood City, 2020). Pertecene a la sangha de Dharma en Español que dirige Andrea Castillo. Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016, 2020, 2021).
Antes de ser instructora de mindfulness, Yaisha Vargas fue periodista de “hard news” (1999-2008) para los medios WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007). Tiene 13 años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2021).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida. Como parte de esa búsqueda, viajó a India, España, Missouri (EE.UU.) y California (EE.UU.). Durante sus viajes, conoció a más de 25 maestros espirituales y oradores de diferentes tradiciones espirituales; trabajó como asociada de oración de Silent Unity en Unity Village, Missouri, y como representante de servicio al cliente de esa institución.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria en Unity Village, Missouri, y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Daily Word / La Palabra Diaria ha sido publicada desde 1924, ha tenido hasta dos millones de lectores y se traduce a ocho idiomas. Como editora asociada, Yaisha estuvo a cargo de supervisar la traducción al español para los países hispanohablantes. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Nació en Santurce, Puerto Rico, en 1977 y pasó la mayor parte de su niñez y adolescencia en el pueblo de Trujillo Alto. Se graduó como la valedictorian de su clase de escuela superior en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en 1995 y su puntuación del College Board estuvo entre las primeras cien de ese año. Fue editora del periódico escolar “Reflejos” y coeditora del anuario. También se graduó Summa Cum Laude de su bachillerato en Comunicación con especialidades en Periodismo y Telecomunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico (1999). Fue galardonada con la Medalla Pórtico y con la Beca “Fondo de Estudiantes Excepcionales” (FEE) de esa institución. Su nombre aparece en el Dean’s List (1998). Estudió dos Másters en redacción de guiones de cine en la Universitat Autònoma de Barcelona (2001) y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Valencia (2002).
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico, y Newsela Inc., en Estados Unidos.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.amysticwriter.com.
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Mindfulness instructor, translator, editor, columnist, and poet. She is a graduate of the first class Mindfulness Meditation Teacher Certification Program directed by renowned psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. The certification was awarded in June 2019 by the Greater Good Science Center at the University of California, Berkeley, in association with Sounds True.
She began studying mindfulness in 2011 under the tutelage of Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned psychologist Jack Kornfield, one of the leading figures in bringing mindfulness and the Theravada tradition of Buddhism (vipassana) to the West. Yaisha’s mindfulness teachers include Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneering self-compassion researcher), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporary of Ram Dass and Krishna Dass ), the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived near Deer Park Monastery in California, founded by Thich Nhat Hanh in the Plum Village tradition, where she practiced every week and participated in three mindfulness retreats. In addition, since 2011 she has participated in 27 vipassana/mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield ( 2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Andrea Castillo and Bruni Dávila (Insight Retreat Center in Santa Cruz, California, 2019, 2020) Guy and Sally Armstrong (senior teachers at Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (founder Insight Meditation Center of Red Wood City, 2020). She belongs to the Dharma en Español sangha led by Andrea Castillo. She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; as well as Insight San Diego (2015-2016) in California, Four-Fold Sangha at Deer Park Monastery, in Escondido, California (2015-2016), Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) and Centro de Zen Soto de Cupey (2018). She studied with interspiritual writer and teacher and Mirabai Starr in 2015, and took mindful writing courses with Amy Spies at Insight L.A. in Los Angeles, California (2016, 2020, 2021).
Before being a mindfulness instructor, Yaisha Vargas was a “hard news” journalist (1999-2008) for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), EFE Spanish International News Agency (2003-2005) and The Associated Press (2005 -2008). She received awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008), and the Laura Rivera Meléndez Foundation (2007). She has 13 years of experience in specific coverage of holistic health topics (2008-2021).
Since 2010, she has been the author of the column “90 days,” published in the newspaper El Nuevo Día, which recounts the courageous journey of a spiritual seeker to find total healing and a deep meaning in life. As part of that search, she traveled to India, Spain, Missouri (USA) and California (USA). During her travels, she met more than 25 spiritual teachers and speakers from different spiritual traditions; worked as a Silent Unity prayer associate in Unity Village, Missouri, and as a customer service representative for that institution.
In 2012, she began writing for Daily Word / La Palabra Diaria magazine in Unity Village, Missouri, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. Daily Word / The Daily Word has been published since 1924, has had up to two million readers, and is translated into eight languages. As associate editor, Yaisha was in charge of overseeing the Spanish translation for Spanish-speaking countries. She has also written articles for Vibra Bien Magazine, and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters in Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word / La Palabra Diaria.
Originally from Puerto Rico, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, the Unity School of Practical Christianity, and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Majaiana (Zen) and Tibetan traditions.
She has studied various types of yoga since 2004 in Puerto Rico, India and the United States. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two graduate students from her teaching programs. In the United States, she studied with Judith Lasater (2011), who brought restorative yoga to America; Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar system, and Mary Obendorfer (2011), senior teacher in the Iyengar system and co-director of the B.K.S. Iyengar in San Diego. He also taught restorative yoga classes for two years in Puerto Rico (2008-2010) and had students when he lived in India (2010) and Missouri (2011).
She was born in Santurce, Puerto Rico, in 1977 and spent most of her childhood and adolescence in the town of Trujillo Alto. She graduated as the valedictorian of her high school class at Colegio Nuestra Señora del Carmen in 1995 and her score on the College Board tests (the local SAT’s) was in the top 100 that year in the island. She was editor of the school newspaper “Reflejos” and co-editor of the yearbook. She also graduated Summa Cum Laude from her BA in Communication with specialties in Journalism and Telecommunications at the Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico (1999). She was awarded the Portico Medal and the “Exceptional Students Fund” Grant (FEE) from that institution. Her name appears on Dean’s List (1998). She studied two Master’s degrees in film script writing at the Universitat Autònoma de Barcelona (2001) and at the Menéndez Pelayo International University in Valencia (2002).
She is proficient in radio and public speaking, as well as writing, editing, and proofreading in Spanish and English. She has translated, edited and proofread translations, in both book and pamphlet works, for Daily Word, Unity Headquarters, Missouri; Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the Centers for Spiritual Living headquarters of Ernest Holmes’s Science of Mind philosophy in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico, and Newsela Inc., in the United States.
She writes, edits, and translates in both languages on the above topics. She owns the website www.amysticwriter.com.
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