Por Samadhi Yaisha/ crónica publicada el domingo 23 de noviembre en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”.
–Se acercan los días de fiesta, y estoy enemistada con un pariente al que amo muchísimo– escuché a una conocida hace poco. Se le estancó una bocanada de aire. Se detuvo a mitad de oración. Tragó lágrimas que nunca vi, pero sentí que una daga giraba la punta enterrada en su corazón como si fuera en el mío. Yo sabía de lo que ella hablaba.
La práctica más compleja que la vida nos presenta son nuestras relaciones más cercanas. Los seres que más nos aman, son quienes aprietan nuestros botones con más frecuencia y destreza. Sentimos su crítica y desaprobación con más dolor que si fuera un desconocido. De ellos heredamos nuestros genes, pero también nuestros hábitos. Podemos utilizar la oportunidad de esa conexión tan cercana para sanarlos en vez de criticarlos de vuelta, reacción que sólo perpetúa un círculo de disfuncionalidad. Tenemos influencia en ellos aunque hayan llegado al planeta antes que nosotros.
Hay lecciones que se nos presentan al revés, y quizás una de las más difíciles es la de comprender la energía habitual de dolor que heredamos de nuestros padres y abuelos. Según el maestro zen vietnamés Thich Nhat Hanh, una vez entendemos el origen de esa energía de hábitos, es posible sanarla en nosotros y en las generaciones que nos precedieron. La sanación ocurre también hacia atrás en el tiempo, no sólo hacia adelante.
Quizás pensamos que nuestra crianza debió haber sido de otra manera: “que mi mamá o mi papá y mis abuelos debieron haberse instruido mejor para enseñarme más herramientas de vida”. Así solía pensar yo, hasta que me puse a indagar en mi historia familiar. Sólo uno de mis cuatro abuelos terminó la escuela superior. El resto quizás aprendió a leer y escribir. Nacieron a principios del siglo 20 y crecieron durante la Depresión de la década de 1930. La palabra pobreza se queda corta para describir lo que quizás vivieron. Dos de ellos quedaron huérfanos antes de los cinco años y la necesidad los empujó a tener que trabajar siendo niños. Yo no sé si llegaron a tener un par de zapatos cuando eran pequeños. Mi papá tuvo sólo par de zapatos para ir a la escuela y eso era un lujo. Las herramientas de vida que aprendieron mis abuelos eran para sobrevivir. Yo jamás he sabido lo que es irme a dormir con el estómago vacío.
Quizás añoramos haber recibido más herramientas de vida de nuestros padres. Pero la realidad es que muy probablemente ellos carecieron de esas enseñanzas. Y esos son hábitos que se transmiten de una persona a otra. Nuestros antepasados quizás no tuvieron acceso a muchas herramientas emocionales o de comportamiento que nosotros necesitábamos adquirir cuando estábamos creciendo. No existían consejería o libros y talleres de automejoramiento que les enseñaran a reflexionar sobre su propio comportamiento y tratar a los demás con más gentileza. A lo mejor no tenían los recursos para pagarlos. Hoy día basta con apretar un botón maravilloso en YouTube y voilá, con un clic brotan un millón de enseñanzas para iluminarse.
A veces nuestros padres nos cuentan las historias que vivieron con sus progenitores. Así nos enteramos de las cosas que vivieron, lo que les faltó, y por qué son como son. A veces esas narraciones son una manera de explicar por lo que no pudieron darnos. Escuchar estos relatos me ha llenado de compasión y entendimiento. Más recientemente he comprendido que no tengo que repetir esos patrones habituales, pero para ello, debo darme cuenta de la energía habitual que heredé. Meditar me ayuda a estar plenamente consciente de ella, al punto de verla surgir dentro de mí antes de que se convierta en una acción dolorosa para otra persona y detenerme antes de actuar. Ésta es una de las maravillas de la práctica de meditación a largo plazo: la capacidad de hacer una pausa entre pensamiento y acto, o incluso escoger si una va a actuar o no ante alguna situación o impulso externo.
Los seres humanos somos como las plantas. Otros seres humanos nos sembraron semillas de amor o de resentimiento, y esas emociones crecieron en nosotros como hábitos energéticos. Es de esa manera que nos volvemos propensos a procesar la vida a través de la risa, la conmoción o el sufrimiento. Son conductas aprendidas, energías habituales que viven en nosotros, y que podemos aprender a manejar. A través de la meditación, tenemos la capacidad de sentir nuestras energías más densas, “tocarlas” en nosotros con atención consciente y compasión cada vez que emergen, y observarlas perder su fuerza. A la misma vez, podemos sembrar en nosotros mismos semillas de compasión, amor, gentileza, y escoger regarlas todos los días. Al reforzar lo positivo que sembramos en nosotros, esas energías se expanden y las anteriores se reducen. En nuestra interacción con nuestros seres queridos, podemos escoger enfocarnos en sus aspectos positivos y hablar sobre ellos. Así nutrimos semillas buenas.
Thich Nhat Hanh propone que la sanación de nuestros seres queridos sea al revés de lo que esperamos. Que lo que aprendamos las nuevas generaciones sobre cómo vivir con serenidad y funcionalidad lo enseñemos a nuestros antecesores a través del ejemplo. Cuenta el maestro la historia de un hombre que tenía una relación sumamente tensa con su madre. Tras reconocer todo lo que le molestaba de ella, siguió el consejo de escribir una carta con una lista de agradecimiento hacia ella por todas sus cualidades positivas. No solamente él se sintió mejor al descubrir las cosas que había obviado sobre ella, sino que su madre lo llamó sobrecogida: “Ojalá mi mamá estuviese viva para yo poder enviarle una carta así”. A lo que él respondió: “Todavía puedes hacerlo”. Redactar una carta como esa sana grandemente a quien la escribe.
Nuestros antepasados se han perpetuado a través de nosotros. Así que ellos también evolucionan cuando nosotros avanzamos, aunque ya no estén en su cuerpo físico. Ello porque nosotros ya existíamos cuando ellos nacieron. Aunque no teníamos forma física, existíamos en sus cromosomas y sus genes—existíamos, pero en otra forma, nos enseña el maestro vietnamés.
Me ha resultado muy sanador imaginar a mis dos abuelas como seres completamente felices. Ambas tuvieron vidas duras, crecieron con posesiones escasas, y se esforzaron grandemente por criar a sus hijos. Ambos de mis padres tuvieron educación más allá de la escuela superior gracias a ese esfuerzo. En ambas recuerdo la tristeza de una vida casera dura, quizás con poca diversión. Al imaginarlas sonriendo y disfrutando de vivir, yo también me sano. Yo también tengo permiso de sonreír y disfrutar de la vida.
¿Qué tal si agradecemos lo que nuestros padres, abuelos o tutores de crianza sí hicieron bien, y buscamos nuestras herramientas por las cosas por las que nos quedamos cortos? ¿Qué tal si el regalo de Navidad es una carta agradeciendo las cosas positivas que recibimos de nuestros seres queridos, incluso de aquellos que nos resultan más difíciles? Quizás descubriremos que ya nos han dado tanto, quizás más de lo que recibieron. Y aunque no recibamos las respuestas que esperamos, podemos regar esa semilla de agradecimiento en nuestro corazón y seguir creciendo…
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
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❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
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2 Comments
Como de costumbre das justo en el clavo mis Bendiciones Samadhi
Como de costumbre das justo en el clavo mis Bendiciones Samadhi
Gracias, Elizabeth, por tu comentario. ¡Yo sólo comparto lo que me ayuda a sanar!