por Samadhi Yaisha/ crónica publicada el domingo 9 de noviembre de 2015 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”
¡Qué clase de Serie Mundial de Béisbol! Confieso que tras años de dedicar gran parte de mi tiempo a asuntos espirituales, me atraparon la fiebre y el espíritu del béisbol, los cuales arroparon a Kansas City gracias que los Reales llegaron a la Serie Mundial.
Sí, le fui a los Reales hasta el final, incluso tras el triunfo de los Gigantes de San Francisco, sin olvidar mi admiración al relevista boricua Javier López, quien es parte del equipo californiano. Yo no sé si le puedo llamar derrota a todas las cosas positivas que viví en Kansas City gracias a los Reales. Durante varias semanas, algunas fuentes de agua importantes en la ciudad dispararon chorros azul rey que combinaban con los atuendos añiles de los citadinos. Escuché canciones compuestas especialmente para el equipo y sus fanáticos, cuyos fondos recaudados ayudarían a personas con necesidades especiales. Familiares y amigos se reunieron en días de semana para disfrutar los juegos. Gente que no se conocía se hablaba en la fila del supermercado para saber cómo estaba el marcador. Jefes dejaron ir a sus empleados temprano para que pudieran vitorear el juego en familia. Una iglesia rural puso un letrero: “Reales = David; Gigantes = Goliat.” La gente dejó de hablar de sus problemas: lo único que ocupaba su atención era la sorpresiva barrida de los Reales durante la semifinal, y los siete juegos de la final. Los habitantes esperaron 29 años para ver a su equipo de béisbol jugar de nuevo en una Serie Mundial.
Y aunque los Gigantes vitorearon su triunfo en un estadio que todavía animaba a los subcampeones, los Reales ganaron en el corazón de los residentes que sabían que su equipo tendió el alma entre la primera base y home, y en el entusiasmo de todos los que despertamos de nuestro letargo deportivo. San Francisco ganó en el diamante, su tercera victoria en cinco años, y bien merecida, pero los azules se ganaron un entusiasmo sin precedentes y le dieron esperanza a miles más allá de los confines de su ciudad. Mi papá fue uno que se convirtió en fanático real. Comenzamos a hablar de béisbol, de cómo los Reales se nos colaron en el corazón, y de cómo queremos seguir su trayectoria en la próxima temporada.
El cariño hacia los Reales no se convirtió en rechazo hacia los Gigantes. Un residente de California que viajó a Kansas City para ver el sexto juego que los Reales ganaron 10-0, envió una carta al periódico Kansas City Star: “Jamás en mi vida había disfrutado tanto ser superado de esta manera terrible … Desde el momento en que llegamos al estacionamiento del estadio Kauffman vistiendo atuendo de los Gigantes, la gente venía donde nosotros para presentarse, darnos la bienvenida y desearnos buena suerte … Más alucinante fue escuchar a la mujer que nos dijo que sentía que el resultado fuera tan disparejo … Pasamos gran parte del vuelo a casa maravillándonos con la generosidad y la calidez de los fanáticos de los Reales, preguntándonos si habíamos caído en un universo paralelo”.
Definitivamente tampoco fue un fracaso ver la ejecutoria celestial del pítcher dominicano Yordano Ventura en el sexto juego. A sus 23 años, se convirtió en el quinto lanzador dominicano en abrir y ganar un partido de la Serie Mundial. Dejó a los Gigantes con las ganas de conectar aunque fuera una carrera. Permitió tres hits en siete entradas, y el marcador terminó 10-0 a favor de los azules. Jamás olvidaré que lo primero que hizo Ventura tras ganar ese partido fue alzar los brazos en agradecimiento a Dios. Dedicó el triunfo a su amigo fallecido, el jardinero de los Cardenales Oscar Taveras, quien días antes murió en un accidente de tránsito a los 22 años.
La noche del sexto juego viví otro paso de avance en mi camino de recuperación. Había visto los primeros juegos de la final en casa de amistades. Pero tras años sin tener un televisor en mi casa, gracias a múltiples mudanzas y la atención dedicada a sanar de tantas cosas, la Serie Mundial fue lo suficientemente importante en mi vida como para salir del hiato televisivo y conseguir un aparato de pantalla plana que un amigo me vendió a bajo precio. Tan pronto lo conecté, Mike Moustakas bateó un jonrón para los Reales en la séptima. Qué mejor señal que ésa para continuar mis pequeños pasos hacia una vida normal. Vi las últimas dos entradas que lanzó el joven Ventura, y su triunfo fue mi triunfo. Fue una noche para despertar a mi entorno, participar de lo que toda una ciudad disfrutaba, y sentirme parte de ello.
En el séptimo juego, tuve la oportunidad de llegar al estacionamiento del estado Kauffman y encontrarme con un colega periodista puertorriqueño que trabaja para ESPN. Él y su esposa estuvieron entre los reporteros y amigos que conocí en mis primeros años como comunicadora en Puerto Rico. Algo se conectó en mí con ese encuentro. La vida me invitaba a recordar y retomar buenos momentos. Sentí la energía espectacular de más de 40,000 fanáticos, una ganancia más que suficientemente para recargar mi entusiasmo.
Asimilé de ambos equipos que una llega a home bateando sencillos y jugando en equipo. Tal parece que es más fácil anotar una carrera agarrando el bate con las dos manos por ambos extremos y darle un toque a la bola para que se cuele por el centro del campo. Una vez toca el suelo, ya no es un out.
Aprendí a ver tantas cosas de manera positiva, que quizás me estoy volviendo una optimisma empedernida. Los Reales ni siquiera quedaron atrás por una carrera completa. El marcador estaba 3-2 a favor de San Francisco cuando, en la parte baja de la novena y ante el invencible pítcher de los Gigantes Madison Bumgarner, Alex Gordon bateó un sencillo que se escurrió por el centro del diamante sin ser atrapado, y el bateador llegó a tercera base. Con dos outs, Gordon en tercera y mis sentaderas en el borde del sofá, Salvador Pérez bateó un foulout que atrapó el tercera base de los Gigantes Pedro Sandoval. O sea, que los Reales realmente perdieron por casi 90 pies. ¡Qué juego!
Días después, tuve un sábado de retos que me pareció un partido ante los Gigantes. Nada salió como lo planifiqué, pero aprendí todas las lecciones positivas que pude. Llegué tarde a mi primera tarea del día porque me estaba quedando sin gasolina, pero aprecié el descuento que recibí en la gasolinera en la que me detuve. Iba tarde hacia mi segundo compromiso del día porque me detuve a ayudar a alguien, pero nunca olvidaré su cara iluminada cuando escuchó que hay esperanza para su situación. Recibí un par de llamadas con información difícil, pero me detuve a respirar y a meditar. Los supermercados estaban abarrotados de gente, se me hizo difícil mover mi carrito de compras, pero respiré y me mantuve presente a cómo respondía. La lavandería a la cual usualmente voy estaba cerrada, así que guié a una más lejos y más cara. No me gustó ni el viaje, ni el gasto extra, pero tomé la oportunidad entre el lavado y el secado para postear un poema que hacía tiempo necesitaba estar en el blog de poesía que manejo. Sí, la poesía sagrada y el béisbol se cuelan entre las burbujas de jabón y las toallas perfumadas con suavizador. Un cliente y dos empleados ofrecieron ayuda que yo pensé que no necesitaba, y terminé pagando menos y recibiendo el apoyo de alguien que cargó una de mis bolsas pesadas. Al final del día compré flores para mi mesa de comedor porque reconocí el susurro divino que me cargó durante una jornada que pudo haber sido mucho más dura, si hubiese escogido responder de otra manera. Igual que los resultados de la Serie Mundial, la felicidad y el fastidio pueden andar juntos.
Tras años de recuperación y pausas, en esta etapa recibo señales que me animan a seguir extendiendo las alas. Quizás traté de batear de jonrón y me ponché varias veces, pero es momento de aprender a disfrutar la vida conectando sencillos. Y quizás, tocando la bola con el bate para que se vaya de rolo por el medio, llego a cuarta, ya no sola, sino con todo el equipo de gente que se ha ido recuperando conmigo. Yo no sé si alguien más se da cuenta, pero así me sabe un jonrón de felicidad.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦
❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
View all posts by Yaisha Vargas-Pérez