Tocar fondo es un momento glorioso. Es el instante luminoso en el que la personalidad-ego que reviste nuestra divinidad se da cuenta de que no puede llevarnos más allá de cierto límite, y que tampoco puede satisfacer la necesidad más profunda de felicidad. O que hay circunstancias más poderosas que el conjunto de estrategias previamente aprendidas para manejar la vida.
La primera vez que leí la paradoja “ríndete para ganar” casi todos los aspectos de mi vida se encontraban en transición. No había terreno sólido del cual agarrarme; me sentía arropada por la incertidumbre, la incredulidad y el dolor. Lo menos que pensaba era acatar las circunstancias porque eso era para débiles. Sí me rendí ante otros seres humanos, la comida y las emociones fuera de control. No entendía lo que significaba entregarme a un Poder Superior a mí misma, una Fuerza que trascendiera los límites de mi personalidad-ego.
Fueron esos momentos en los que mis conocimientos intelectuales, académicos y profesionales no fueron suficientes; cuando levanté los brazos y admití, “¡No sé!”; cuando puse mi frente sobre el ‘yoga mat’ murmurándole a mi Poder Superior, “Bueno, ¡será cuando quieras!”, que los cambios ocurrieron. En ese instante imprescindible en el que reconocía que la Vida no funcionaba a mi manera, entonces mi mente se abría a escuchar la sabiduría de mi corazón, a la intuición. Yo no lo entendía en ese momento, pero mi mente se alistaba a hacer lo mejor que sabe hacer: servir como canal para manifestar lo que mi divinidad ya sabe.
Aprendí de maestros como Osho, Robert Brumet y muchos otros, que en nuestra cultura tratamos a la mente racional como nuestro amo en vez de nuestro aliado y asistente. Creemos que nos toca rendirnos a los deseos de la mente humana, cuando en realidad es al revés. Cuando mi mente racional va sola, sin la mente intuitiva, vivo en sufrimiento. He encontrado más paz y más atisbos de felicidad cuando medito y guío mi mente racional a seguir las instrucciones que traje de fábrica.
El primer paso en este tramo de mi viaje ha sido obtener una radiografía honesta de lo que mi personalidad creó para sobrevivir y triunfar en el mundo material. Procesos holísticos y la filosofía de doce pasos me han ayudado a entregar hábitos que comenzaron por ser placenteros y terminaron siendo fuentes de sufrimiento. Entre ellos, la adicción más difícil de superar: la obsesión de crear relaciones interpersonales que danzan en disfuncionalidad, drama y apegos basados en la carencia mutua. Ésta es quizás la fuente más profunda de dolor. Ha implicado darme cuenta de que, de la misma manera en que los hábitos con los que intenté “completar” mi personalidad no funcionaron, buscar “completarme” a través de otros no tendrá éxito jamás.
Hace un tiempo aprendí que la Cuaresma era una temporada para dejar ir lo que nos pesa, morir a viejas formas de ser que quizás antes nos sirvieron pero que se han convertido en obstáculos para disfrutar la vida. Tras soltar, dejamos espacio libre para que lleguen cosas nuevas, incluidas nuevas maneras de ser en el mundo. En otras palabras, resucitamos. Así que aproveché ese tiempo para aprender a dejar ir la disfuncionalidad.
En el camino entendí que esa rendición no es forzada. Como indica Brumet en su libro “Living Originally” (“Vivir originalmente”), no es cuestión que decir “me voy a rendir completamente porque ésa es la mejor manera de obtener lo que quiero”. ¡El ego se disfraza de tantas maneras! Tampoco se trata de tenerle aversión al ego por sus intentos de garantizar protección y felicidad. Entregar lo que no funciona en nosotros comienza cuando estamos dispuestos a dejarlo ir. A veces hay que estar dispuesta a estar dispuesta. En mi experiencia, es aprender a suavizarnos por dentro, y eso toma tiempo. Hemos tenido puesta la armadura mucho tiempo, y es posible que no se disuelva de inmediato.
“Paradójicamente, hemos te tener la ‘voluntad de entregar nuestra voluntad’, pero no podemos forzar una rendición, así como tampoco podemos forzar que ocurra una transformación”, indica Brumet. “Y sin embargo, tampoco debemos sentarnos ociosamente a esperar que ocurra. Como el agricultor, no podemos forzar las semillas para que crezcan, pero podemos plantar las semillas y cultivar las condiciones apropiadas para el florecimiento y maduración de la transformación”, añade.
Aprendía de estas cosas, manteniendo mi intención de dejar ir formas disfuncionales de relacionarme con los demás, cuando llegó un Jueves Santo. En esa etapa de mi crecimiento, evitaba a toda costa encontrarme con personas que me resultara incómodo ver. Mi personalidad-ego aspiraba a desarrollar una rutina de evasión que tuviera la precisión de un reloj atómico. Pero aquel día, la estrategia falló y me topé con alguien a quien no quería ver. Intenté por todos los medios posibles no inundarme de adrenalina ni dejarme arrastrar por mis emociones, pero el momento parecía más fuerte que yo, incluso tras haber pasado. Ninguna de mis herramientas de recuperación funcionó de inmediato, por más que ansiara atravesar la experiencia sin sufrir. Unas 24 horas después, recurrí a mi último resquicio: las enseñanzas de la maestra budista Pema Chödrön. Había guardado en mi corazón un párrafo del segundo capítulo de su libro titulado “Cuando todo se derrumba”, el cual indica: “Ya había aprendido previamente esa lección y sabía que era el único camino posible… Sólo en la medida en que nos exponemos a la aniquilación una y otra vez, podemos hallar en nosotros aquello que es indestructible… Sabía que ése es el espíritu del verdadero despertar. Tiene mucho que ver con soltarlo todo”.
Esto no se refiere a permanecer en situaciones abusivas y ser mártires; es nuestra responsabilidad cuidarnos. Se refiere a permanecer con lo que sentimos en ese instante en vez de buscar escapar del momento, relajarnos en medio del caos. Me senté con esta enseñanza y con las lecciones de Brumet que me invitaban a ser amable conmigo misma y permanecer centrada en mi cuerpo mientras experimentara incomodidad o tristeza profundas. Sentí que se ablandó mi corazón, y desde allí dentro escuché: “Deja que la experiencia te atraviese. Sólo relájate. Deja que todo se derrumbe”. Surgieron las lágrimas que me tragué el día anterior; mi piel experimentó vergüenza. Dejé que aquel momento disolviera mi resistencia, y algo se abrió en mí a un nivel más profundo. Fue como si un pedazo de mi personalidad flotara río abajo sin poder recuperarlo. Por varios segundos, no tuve deseos de restructurar mi armadura para confrontar el momento: no había un “yo” que proteger. Había congoja, pero también liberación. En ese trance de apertura, entendí que todas las relaciones interpersonales que no funcionaron me habían ayudado, a veces a quebrar, otras a deshilar, el ser falso que creé para sobrevivir en el mundo. Entendí que ninguna podía darme el amor que me tocaba encontrar dentro de mí.
Al día siguiente, mientras aún meditaba sobre ese momento de despertar, mi corazón me susurró: “Libera a los demás, y libérate a ti misma”. Me guió a imaginar en mi mente a todas las personas de las cuales me había enganchado en diferentes etapas de mi vida, a medida que pronunciaba la siguiente oración: “Te libero de cualquier obligación de amarme, aceptarme o darme la bienvenida en tu vida. Me libero de tus percepciones u opiniones sobre mí. Somos libres”. Floté de agradecimiento.
Un día después, los tulipanes púrpura que sembré frente a mi casa florecieron casi todos a la vez. Sonreí, era Domingo de Resurrección. Me di cuenta que mi momento de sufrimiento y mi pequeño despertar ocurrieron entre Jueves Santo por la tarde y la noche del Sábado de Gloria. No lo hice sola, sólo estuve dispuesta a rendir la personalidad sufrida con amor, y dejar que se disolviera. La Vida se ha ido encargando de guiarme. Es un proceso que continúa, aún estoy empezando.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦ ❦
❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
View all posts by Yaisha Vargas-Pérez
Excelente :)!!!!
¡Gracias Millie! Como siempre, ¡comparto lo que me ayudó a sanar! 🙂
Y por eso es excelente :)!!!!
Realmente muy hermoso y practico a la vez… gracias
Muchas gracias, Renato. Comparto lo que me ha ayudado a sanar. Bendiciones y paz, Yaisha