Reflexión: Un llamado urgente

Por Yaisha Vargas-Pérez, maestra certificada en mindfulness, para el blog A Mystic Writer

Mientras los ojos del mundo están puestos en la invasión de Rusia a Ucrania, miro las noticias convencida de que no hemos entendido la urgencia verdadera que enfrentamos los humanos y millones de otras especies.

Si los líderes del mundo estuvieran plenamente conscientes, sabrían que ya no queda tiempo para invasiones y guerras. Las consecuencias del cambio climático ya están aquí, no son un asunto del futuro. Los científicos han dicho que es posible que hayamos rebasado el momento de tomar acciones que reduzcan las emisiones de gases que calientan la tierra, antes de que ocurra lo que se conoce como “el calentamiento catastrófico”.

Los huracanes devastadores, las condiciones del tiempo secas que promueven los fuegos forestales, las sequías y los periodos de lluvia más intensos que se concentran en unos pocos días causando grandes inundaciones, son parte de las consecuencias. Llueve menos, pero esa lluvia también ocurre en periodos más cortos y concentrados. A ello se deben las inundaciones que vivimos en Puerto Rico en febrero de 2022, que por lo regular es un tiempo seco. Además, las tormentas invernales más fuertes son muestra de que el vórtice del círculo polar ártico se ha abierto para dejar salir el frío hacia latitudes cercanas.

En Puerto Rico, hemos visto el cambio dramático en las costas. Con los glaciares derritiéndose, el mar ha subido de nivel; han desaparecido playas, y algunos edificios y residencias están ahora prácticamente dentro del agua.

Según un reporte de las Naciones Unidas, hasta un millón de especies se extinguirá en las próximas décadas debido al impacto negativo de los humanos en la naturaleza.

Pero parece que son pocos los humanos que tenemos un sentido de urgencia. Participo de actividades de siembra de árboles hace cinco años y he visto muchas veces la urgencia con la cual se necesitan voluntarios para esta labor.

Desde hace unos dos años, los robles nativos de Puerto Rico, que antes florecían unas dos veces al año, están floreciendo casi todo el año. ¿Por qué? Porque la naturaleza es sabia y está tratando de enfriarse. Igualmente lo hace con los huracanes cada vez más devastadores, porque su función es desplazar el calor de los océanos fuera del planeta. Los árboles son los que más rápido pueden absorber los gases que están calentando al planeta. La manera más rápida de enfriar el planeta es sembrar árboles. Y ellos mismos están tratando de reproducirse más rápido.

Las plántulas de árboles nativos crecen cerca de nosotr@s. Están nuestro patio, jardín delantero, en las grietas que están en las aceras. Esta semana he rescatado 60 plántulas de árboles nativos de roble en un pequeño espacio frente a mi comunidad.

Plántulas de árboles nativos de roble puertorriqueño creciendo en una acera en el área metropolitana de San Juan.

La naturaleza está tratando de ayudarse, pero también necesita que la ayudemos.

Hace cuatro años cuido un vivero de árboles en mi hogar, y dos personas más me han ayudado. Entre las plántulas sembradas desde semilla y los árboles rescatados de las grietas en la acera, del pavimento en estacionamientos, de jardines donde van a morir bajo la cortadora de grama, vamos por más de 900. Pero siento que no es suficiente.

Hay organizaciones que siembran árboles con el fin de preservar tierras ecológicas y combatir el calentamiento global. Si no podemos detener las temperaturas, el planeta seguirá aquí, pero nosotr@s, y millones de otras especies, ya no podremos habitarlo. No hay planeta B.

En los enlaces que publico abajo encontrarás varias actividades de siembra y mantenimiento de árboles (tan importante como la siembra), así como mantenimiento de vivero. Son oportunidades para aprender cómo se reproducen los árboles desde semilla, las etapas que atraviesan para su crecimiento y su siembra en lugares protegidos. Hacen falta manos y corazones que nos ayuden a que continué este proyecto planetario llamado humanidad.

Cuando muestro fotos de arbolitos sembrados por mí y las plántulas rescatadas, mucha gente les da “like” en las redes sociales. ¡Me encantaría que nos acompañaran a sembrar, porque es lo más que necesitamos! Otras personas me han llamado para que dejarme saber que han sembrado semillas en su hogar, ¡lo cual celebro!, pero quieren que me encargue de los arbolitos. Mi propósito es inspirarlos para que tod@s podamos establecer conexiones con organizaciones y personas que tengan terrenos y puedan sembrar y cuidar los arbolitos. No tienes que tener patio o finca para reproducir arbolitos. Yo no los tengo. Pero sí tengo muchas ganas de sembrar y he establecido conexiones con personas responsables que los pueden sembrar en sus terrenos. Si te ocurre que abres un fruto y la semilla está germinada, ¡te ha escogido para que la siembres! Un tiesto con un poco de tierra, agua sol y cariño será suficiente. Cuando el arbolito comience a crecer, puedes llevarlo a un vivero cercano a ti o regarlárselo al viandero, al frutero, al placero o a alguna persona que conozcas que tenga terreno y lo pueda sembrar. Es importante que esa persona no lo deje morir. Y si no conoces a ninguna persona con patio o terreno, sal de tu cajita cómoda y habla con gente, pregunta en las redes. Aparecerá alguien que podrá adoptar tu arbolito.

Por favor, visita este enlace para saber cómo te puedes involucrar en actividades de siembra:

https://reservaciones.paralanaturaleza.org/index.jsf

Este sábado hay siembras de árboles en varios puntos del país, y yo participaré en esta siembra:

https://reservaciones.paralanaturaleza.org/event/a053p00000P6nCmAAJ

¿Me acompañas?

Plántulas de roble nativo puertorriqueño trasplantadas a un tiesto de germinación para ser llevadas a un vivero.
Yaisha Vargas-Pérez llevando arbolitos en sus tiestos al vivero de Para La Naturaleza en Barranquitas, Puerto Rico.

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