Por Samadhi Yaisha/Mis musas diarias
Miro los titulares, los estatus de Facebook con ansiedad. Ya los empieza a asustar el viento. Imagino la confusión, hace dos días no pasaba nada, y ahora me late que se preguntan, ¿cómo es que ahora nos enfrentamos a un fenómeno de tal magnitud?
Sí, habrá miedo, neurosis… y pérdida.
La lección de Sandy es la misma que en todas las desgracias colectivas.
La lección de Sandy es la impotencia.
La lección de Sandy es la pérdida.
….
Pero la lección de Sandy también es la solidaridad. La desgracia que ocurre de nuevo para recordarnos que no estamos solos, que tenemos familia, vecinos y el desamparado del bloque próximo.
La lección de Sandy es que hay cosas más importantes.
Sandy vino a recordarnos que es mentira que podamos sostenernos por nosotros mismos y nos devuelve la conciencia de que somos un clan humano. Que no somos máquinas que trabajamos, comemos y compramos.
Sandy vino a darnos una antesala diferente a Acción de Gracias y Navidad y a cambiarnos esos días de fiesta en este año.
….
Como soy impotente ante el viento huracanado, luego de la frustración, espero poder sanar estando dispuesta a ver la lección de Sandy. Mientras tanto, espero meditando en el centro de la tormenta, y aquí les dejo la oración de protección de James Dillet-Freeman. Por favor, compártanla.
ORACIÓN DE PROTECCIÓN:
LA LUZ DE DIOS ME RODEA
EL AMOR DE DIOS ME ENVUELVE
EL PODER DE DIOS ME SOSTIENE
LA PRESENCIA DE DIOS VELA POR MÍ.
DONDE QUIERA QUE ESTOY, DIOS ESTÁ.
Y TODO ESTÁ BIEN.
AMÉN.