Por Samadhi Yaisha /una versión de esta crónica fue publicada el domingo 17 de abril de 2011 en el diario puertorriqueño El Nuevo Día
❦
“Es mejor perder con la verdad que ganar mintiendo”.
❦
– No establezcas una relación codependiente con Dios- me dijo el terapista por Skype. Le hablaba desde el asrham indio en el que había tenido dificultades terrenales que me tenían con un pie fuera de allí. Increíblemente, mi mentora a distancia coincidió con él.
“¿Codependiente con Dios? ¿Qué es eso?”, repetía en mi cabeza. Le había halado la falda a Dios tantas veces para regañarle que más que codependencia me parecía rebeldía.
Quería meditar en el ashram de Osho.
Pero tras un inventario honesto, admití con vergüenza que en los últimos dos años había sido sumisa con figuras de carácter espiritual, y que tanto entonces como ahora había devuelto -con intereses- toda la energía de sanación que había recibido hasta agotar mis reservas nerviosas.
Mientras escuchaba al gurú de la Misión durante un panel-conferencia sobre vegetarianismo, sentía que en alguna parte se rompía un espejo y se le caían las estrellitas que tenía alrededor. Le habían preguntado cómo podían las personas mantener cierto nivel de espiritualidad teniendo trabajos estresantes.
-El trabajo es una disciplina importante, pero debe enriquecer la vida de oración. No debemos trabajar en exceso, ello lleva a la enajenación y a la disolución moral. El trabajo que aleja de una vida meditativa… añade al caos a nuestro alrededor y nos hunde más en la oscuridad.
Algo en mí despertaba y se negaba a ignorar los hechos. Mientras el líder de aquella Misión pronunciaba esas palabras, el supervisor bajo cuya tutela trabajaba me exigía laborar hasta 56 horas a la semana, lo que había reducido significativamente los espacios meditativos que necesitaba y me estaba halando de vuelta, inevitablemente, hacia el caos y la oscuridad. Entre sus consecuencias figuraban, la falta de descanso y una recaída desbarrancada hacia la adicción del azúcar, de la cual trataba de recuperarme.
– Te dije que pusieras tus límites saludables al principio, ¿recuerdas? — me repitió un encargado del ashram, mientras le recordaba que las consecuencias de intentarlo habían sido muy negativas.
De organizadora sindical que una vez fui, ahora atravesaba esta vergonzosa situación. ¿Qué me había pasado? ¿Dónde había quedado yo? Alguien me había enviado por correo electrónico el cuento “Poquita cosa”, del autor ruso Anton Chejov, suficientemente claro para verme en el personaje de la institutriz que había pasado su vida sin saber defenderse.
Y no era la única en aquel barco. Una empleada que también me animaba a poner mis límites en la situación, iba a trabajar acatarrada con frecuencia, según me explicó, para evitar regaños. Otras dos empleadas que trabajaban largas horas eran sumamente propensas a accidentes y enfermedades. Una de ellas prefería llevar su pie enyesado, hinchado y enrojecido antes de sentirse culpable por faltar.
Le preguntaron al gurú sobre la creencia de que un maestro espiritual cargue las deudas kármicas de sus discípulos para ayudarlos a evolucionar. Explicó que sus seguidores no tenían que repetir ese ejercicio, pero para el maestro “el sufrimiento debe ser codiciado”. Sentí escalofríos; yo buscaba un maestro que exaltara la vida como una celebración y no como un martirio.
La conferencia-panel trataba sobre la importancia del vegetarianismo en la lucha ambiental: cómo las tierras utilizadas para la alimentación del ganado provocaban deforestaciones devastadoras y uso de agua y energía en exceso, y que si se usaran esos mismos terrenos para sembrar comida para humanos, se acabaría la hambruna en el mundo; que los animales criados para consumo humano tenían vidas y muertes violentas y que, más allá de una necesidad nutricional, el consumo de carne servía a la satisfacción de un deseo sensorial, pues el tracto digestivo humano está diseñado para ser vegetariano y no carnívoro.
Hasta ahí estábamos de acuerdo. Pero, a preguntas de un devoto, el gurú respondió que era ideal tener una familia tan grande como se pudiese, con un montón de hijos, mientras yo abría los ojos alarmada, sabiendo que el planeta ya se nos cae de órbita con los casi siete mil millones que somos. La Tierra no aguanta más.
Y le pregunté qué pasaba con las mascotas que había que alimentar con animales, por su naturaleza carnívora.
– Es mejor morirse, que matar a todos los animales que hay que matar para alimentar una mascota carnívnora.
En otras palabras, estaba escuchando que para seguir su camino, tendría que dejar morir a dos de las criaturas que más amaba y que ya sabía, no sobrevivirían siendo vegetarianas. Fue esa noche a mediados de noviembre, con las discrepancias entre el discurso en que escuchaba y las acciones que veía, que decidí no quedarme allí. Ya no podía trabajar en un proyecto allí conociendo que difería de sus principios. Haberlo hecho antes a cambio de sentirme amada y aceptada me había costado caro.
Añoraba meditar danzando en el centro de Osho y debía ajorarme si quería llegar allí, pues mi visa expiraría en un mes. Había oído a discípulos de este ashram discrepar de Osho de manera tal que escuchar que me mudaría allí les resultaría incomprensible y hasta quizás ofensivo. No quería pagar así la hospitalidad que había recibido. Comenzó a patear la conducta codependiente que me quitaba la paz, y empezó a tejer incómodamente una historia con la que todos saliéramos ganando. En el fondo, yo temía perder. Punto. Así que comencé a decir la verdad a medias.
Aprendiendo bhajans en el ashram
– Deberías sentirte libre – me dijo una ashramita que llevaba 20 años allí y hablamos sobre cómo la esclavitud se manifestaba de maneras diversas.
Tenía en mi corazón la certeza que el gurú que descansaba en el santuario, con cuya biografía y aura me había conectado tanto, entendería. Él había recorrido muchos lugares y se había ido de algunos en silencio.
– Perdóname por lo que voy a decir para no crearle tristezas a nadie, y tampoco a mí misma. Lo siento, pero no me he entendido con tus discípulos- le susurré. -¡Todavía me falta sanar un capítulo más y aquí no lo voy a conseguir! –
Abrí su biografía en búsqueda de respuestas; un tomo grande, antiguo y polvoriento. Narraba la historia de Pagnini, un violinista famoso al que un día le llevaron un violín roto imposible de tocar. “No seas un instrumento roto. Sé completa, de manera que de tu vida broten notas maravillosas”. Ese día tambié abrí un librito de meditaciones que me había llevado de América y la palabra de esa fecha era “Libre… No estés otra vez sujeto al yugo de esclavitud”.
Finalmente, le confesé a los encargados del ashram: – Voy a acortar mi visita… Creo que me voy a casa…
Lo que no dije era dónde quedaba mi casa. Ni yo misma sabía. Me costó un trabajo increíble esa decisión y recibir de vuelta el mensaje de que luego de salir de allí, podía irme de India, como si no pudiese ser decisión mía quedarme el tiempo que permitía mi visa. Sentía que repetía el fracaso de la comunidad anterior en la que había vivido. Esta vez le decía que no a extender mi visa al menos dos años por no trabajar con aquel supervisor inconsciente en el único departamento en el que podían ofrecerme laborar en inglés. Pesó también que alimentarme en aquella ciudad era cuesta arriba -casi dos meses para encontrar brócoli y repollo frescos- y que estaba cansada de lavar ropa a mano porque la ashramita a cargo de la lavadora se había empeñado en que yo no sabía usarla. Además, el secretario del centro de yoga en el que deseaba adiestrarme, me explicó que, para empezar el proceso, debía conseguir un maestro certificado en mi país de origen o un lugar cercano.
– Tienes que regresar a América – me repetía.
Con todo y la recaída de azúcar, había bajado de peso a tal punto que los mahones que había comprado en India una talla menor ya me quedaban grandes. Me miraba en el espejo y traslucía pálida. Me sentía dividida.
Tenía una amiga en Puerto Rico que había vivido en ashrams. Habiendo visto de todo, la noche antes de que despegara mi avión del Caribe, apuntó a mi nariz y me miró por encima de su dedo:
-Si en algún momento las cosas se ponen feas, haz las maletas y regresas a casa-
Encima de los retos que vivía, un gatito bebé que había rescatado de la calle y que había tratado con un veterinario, finalmente había expirado después de dos semanas de angustia. Lloré con amargura, porque sabía que el pequeño no necesitaba más medicinas ni alimentos, sino una mano cálida porque había perdido a su madre. No sabré yo si después que una madre se va, uno se le quiere ir detrás de tan hueca que se queda el alma.
Toqué fondo otra vez. Necesitaba ánimos para seguir. Cuando me mudara de ashram estaría totalmente sola en Puna. Me conecté con una fuente de inspiración en la página web de Unity; la cantautora Karen Taylor-Good tarareaba la melodía Hasta ser fuerte otra vez. Saqué mi guitarra nueva y me atreví a rasgar algunas notas, a ver si finalmente, en medio de aquellas experiencias duras, me daban un nuevo corazón. “Juro que antes tenía alma y un corazón abierto que confiaba. Si pudiera irme a dormir y despertar meses después, todo mágicamente sería perfecto de nuevo. Y yo sería de nuevo yo… quien alguna vez fui, ya no más vulnerable, débil, perdida…”
No recordaba muy bien la última vez que había sido fuerte. Habrían pasado cinco años desde entonces. Tuve que sacudirme la memoria de los 20 años para que despertaran los recuerdos de todas las veces en las que había sido audaz. Y de pronto saltaron de mi entrecejo como burbujas: a los 21 años conseguí un trabajo y me fui a vivir sola; a los 22 viajé a una región remota de Chile -mi primer viaje internacional- sola en avión sin estar completamente segura de que hallaría a mi grupo de amigas cuando llegara a aquel aeropuerto en medio del desierto de Atacama; con esas mismas amigas viajé a España para tocar la guitarra y me separé del grupo para viajar sola a París sin saber donde me hospedaría; a los 23, como reportera de radio, me asignaron cubrir campañas de desobediencia civil en Vieques sin presupuesto de hotel, sólo un vehículo donde moverme y dormir, mochila, grabadora y teléfono, y nunca faltó un periodsta que me diera refugio para bañarme y descansar; a los 24 me fui a estudiar a España un año, y cuando llegué tampoco tenía hospedaje. Y había más. O sea, que las historias de llegar a alguna parte sólo con una maleta eran muchas en mi resumé, pero las había olvidado. Me tocaba confiar en que el hotel contiguo al centro de Osho que no hacía reservaciones para habitaciones económicas tendría un espacio para mí, aún en la temporada alta.
Participé en una ronda de meditaciones para la sanación del gurú.
Hice mi última ronda de oraciones dedicadas a la salud del gurú actual, que había empeorado de nuevo. Me paré al pie de su balcón y le di las gracias por todo.
Un viernes en la noche, cuando todavía había festejo en esa parte de la ciudad por las celebraciones del cumpleaños del gurú del santuario, llamé a un taxi. Me monté sin mirar hacia atrás. Me acompañaba la guitarra.
Días después, caminaba por el centro de meditación de Osho, a veces llevando una bufanda a medio rostro, con el propósito de proteger dos cosas: los pulmones del esmog y la media verdad que había tejido.
Hasta que me cansé de taparme la cara y sentir aprehensión cada vez que saliera a la calle. “Que sea lo que Dios quiera”, dije antes de desenmascarme a mí misma.
Dos segundos después: “¡Samadhi!” Un devoto del ashram del que me había ido cruzaba el mismo camino que yo en un sector de Koregaon Park.
Era inevitable. La verdad era ahora libre y la sabrían al otro lado. Aprendí en ese momento, y jamás he olvidado desde entonces: “Es mejor perder con la verdad que ganar mintiendo”.
(Scroll down for English version)
❦❦❦❦❦❦❦❦❦
Biografía en español ❦
Instructora de mindfulness, traductora, editora, columnista y poeta. Es graduada de la primera clase del programa Mindfulness Meditation Teacher Certification Program a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach. La certificación fue otorgada en junio de 2019 por el Greater Good Science Center, adscrito a la Universidad de California en Berkeley, en asociación con Sounds True.
❦
Ha enseñado mindfulness y self-compassion en Sagrado Global, el Centro Sofía y la Biblioteca Madre María Teresa Guevara, los tres en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico; Insight LA en Los Ángeles, California; el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Puerto Rico, la Asociación de Industriales de Puerto Rico, entre otras instituciones.
❦
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), Andrea Castillo, Francisco Gable, Bhikkhu Analayo, Guy Armstrong, las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg . Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y participó en tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en 32 retiros o entrenamientos de mindfulness o vipassana con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Bob Stahl (exdirector de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Andrea Castillo y Bruni Dávila (Insight Retreat Center en Santa Cruz, California, 2019, 2020, 2021) Guy y Sally Armstrong (maestros seniors de Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (fundador de Insight Meditation Center de Red Wood City, 2020, 2021). Pertecene a la sangha que dirige Mary Grace Orr. Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018), el Centro de Zen Soto de Cupey (2018), Dharma en Español de Andrea Castillo (2019-2021). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016, 2020, 2021).
❦
Antes de ser instructora de mindfulness, Yaisha Vargas fue periodista de "hard news" (1999-2008) para los medios WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007). Tiene 13 años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2021).
❦
Entre 2010 y 2020 fue autora de la columna “90 días”, que se publicó en el periódico El Nuevo Día, en la cual narró la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida. Como parte de esa búsqueda, viajó a India, España, Missouri (EE.UU.) y California (EE.UU.). Durante sus viajes, conoció a más de 25 maestros espirituales y oradores de diferentes tradiciones espirituales; trabajó como asociada de oración de Silent Unity en Unity Village, Missouri, y como representante de servicio al cliente de esa institución.
❦
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria en Unity Village, Missouri, y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Roy Harvey, editora anterior de la revista. Daily Word / La Palabra Diaria ha sido publicada desde 1924, ha tenido hasta dos millones de lectores y se traduce a ocho idiomas. Como editora asociada, Yaisha estuvo a cargo de supervisar la traducción al español para los países hispanohablantes. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
❦
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
❦
Ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
❦
Nació en Santurce, Puerto Rico, en 1977 y pasó la mayor parte de su niñez y adolescencia en el pueblo de Trujillo Alto. Se graduó como la valedictorian de su clase de escuela superior en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en 1995 y su puntuación del College Board estuvo entre las primeras cien de ese año. Fue editora del periódico escolar "Reflejos" y coeditora del anuario. También se graduó Summa Cum Laude de su bachillerato en Comunicación con especialidades en Periodismo y Telecomunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico (1999). Fue galardonada con la Medalla Pórtico y con la Beca "Fondo de Estudiantes Excepcionales" (FEE) de esa institución. Su nombre aparece en el Dean's List (1998). Estudió dos Másters en redacción de guiones de cine en la Universitat Autònoma de Barcelona (2001) y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Valencia (2002).
❦
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria y la Sede Central de Unity en Missouri; la Oficina de Servicio Mundial de Al Anon Family Groups en Virginia; Barre Center for Buddhist Studies en Massachusetts; la Universidad de Zaragoza en España; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico, y Newsela Inc., en Estados Unidos.
❦
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Ofrece sus servicios desde el sitio web www.amysticwriter.com.
❦❦❦❦❦❦❦❦❦
❦ (English bio) ❦
❦❦❦❦❦❦❦❦❦
Mindfulness instructor, translator, editor, columnist, and poet. She is a graduate of the first class Mindfulness Meditation Teacher Certification Program directed by renowned psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. The certification was awarded in June 2019 by the Greater Good Science Center at the University of California, Berkeley, in association with Sounds True.
She has taught mindfulness and self-compassion at Sagrado Global, Centro Sofía and the Madre María Teresa Guevara Library, all three at Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico; Insight LA in Los Angeles, California; the Association of Dietitians and Nutritionists of Puerto Rico; the Puerto Rico Manufacturers Association, among other institutions.
❦
She began studying mindfulness in 2011 under the tutelage of Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned psychologist Jack Kornfield, one of the leading figures in bringing mindfulness and the Theravada tradition of Buddhism (vipassana) to the West. Yaisha's mindfulness teachers include Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneering self-compassion researcher), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporary of Ram Dass and Krishna Dass ), Andrea Castillo, Francisco Gable, Bhikkhu Analayo, Guy Armstrong, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived near Deer Park Monastery in California, founded by Thich Nhat Hanh in the Plum Village tradition, where she practiced every week and participated in three mindfulness retreats. In addition, since 2011 she has participated in 27 vipassana/mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield ( 2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Bob Stahl (former director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020, 2021), Andrea Castillo and Bruni Dávila (Insight Retreat Center in Santa Cruz, California, 2019, 2020, 2021) Guy and Sally Armstrong (senior teachers at Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (founder Insight Meditation Center of Red Wood City, 2020, 2021). She belongs to the sangha led by Mary Grace Orr, and has belonged to several meditation sanghas, including Dharma en Español, led by Andrea Castillo (2019-2020); Unity sangha led by Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; as well as Insight San Diego (2015-2016) in California, Four-Fold Sangha at Deer Park Monastery, in Escondido, California (2015-2016), Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) and Centro de Zen Soto de Cupey (2018). She studied with interspiritual writer and teacher and Mirabai Starr in 2015, and took mindful writing courses with Amy Spies at Insight L.A. in Los Angeles, California (2016, 2020, 2021).
❦
Before being a mindfulness instructor, Yaisha Vargas was a "hard news" journalist (1999-2008) for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), EFE Spanish International News Agency (2003-2005) and The Associated Press (2005 -2008). She received awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008), and the Laura Rivera Meléndez Foundation (2007). She has 13 years of experience in specific coverage of holistic health topics (2008-2021).
❦
Between 2010 and 2020, she was author of the column "90 days," published in the newspaper El Nuevo Día, which recounted the courageous journey of a spiritual seeker to find total healing and a deep meaning in life. As part of that search, she traveled to India, Spain, Missouri (USA) and California (USA). During her travels, she met more than 25 spiritual teachers and speakers from different spiritual traditions; worked as a Silent Unity prayer associate in Unity Village, Missouri, and as a customer service representative for that institution.
❦
In 2012, she began writing for Daily Word / La Palabra Diaria magazine in Unity Village, Missouri, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Roy Harvey, former editor of the magazine. Daily Word / The Daily Word has been published since 1924, has had up to two million readers, and is translated into eight languages. As associate editor, Yaisha was in charge of overseeing the Spanish translation for Spanish-speaking countries. She has also written articles for Vibra Bien Magazine, and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters in Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word / La Palabra Diaria.
❦
Originally from Puerto Rico, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, the Unity School of Practical Christianity, and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Majaiana (Zen) and Tibetan traditions.
❦
She has studied various types of yoga since 2004 in Puerto Rico, India and the United States. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two graduate students from her teaching programs. In the United States, she studied with Judith Lasater (2011), who brought restorative yoga to America; Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar system, and Mary Obendorfer (2011), senior teacher in the Iyengar system and co-director of the B.K.S. Iyengar in San Diego. He also taught restorative yoga classes for two years in Puerto Rico (2008-2010) and had students when he lived in India (2010) and Missouri (2011).
❦
She was born in Santurce, Puerto Rico, in 1977 and spent most of her childhood and adolescence in the town of Trujillo Alto. She graduated as the valedictorian of her high school class at Colegio Nuestra Señora del Carmen in 1995 and her score on the College Board tests (the local SAT's) was in the top 100 that year in the island. She was editor of the school newspaper "Reflejos" and co-editor of the yearbook. She also graduated Summa Cum Laude from her BA in Communication with specialties in Journalism and Telecommunications at the Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico (1999). She was awarded the Portico Medal and the "Exceptional Students Fund" Grant (FEE) from that institution. Her name appears on Dean's List (1998). She studied two Master's degrees in film script writing at the Universitat Autònoma de Barcelona (2001) and at the Menéndez Pelayo International University in Valencia (2002).
❦
She is proficient in radio and public speaking, as well as writing, editing, and proofreading in Spanish and English. She has translated, edited and proofread translations, in both book and pamphlet works, for Daily Word and Unity Headquarters in Missouri; Al Anon Family Groups World Service Office in Virginia; Barre Center for Buddhist Studies in Massachusetts; the University of Zaragoza in Spain; the Centers for Spiritual Living headquarters of Ernest Holmes's Science of Mind philosophy in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico, and Newsela Inc., in the United States.
❦
She writes, edits, and translates in both languages on the topics above. She offers her services from the website www.amysticwriter.com.
View all posts by Yaisha Vargas-Pérez