Tras aquellas experiencias, practiqué permanecer consciente de mi cuerpo y mi respiración a todas horas del día, sin importar lo que estuviese haciendo. Tenía atisbos del entendimiento de que todas las formas tienen el mismo trasfondo o vacío, una especie de estado “hueco” que lo contiene todo. Al practicar comer conscientemente y en meditación, mi atención regresaba a masticar, respirar, tragar, hasta que un día percibí que las papas y las habichuelas que consumía estaban hechas de nada, eran sólo una percepción de sabor, temperatura y forma. Mi maestro de meditación me explicó que ese día comprendí que las cosas en el mundo físico no podían otorgarme el nivel de satisfacción que mi alma buscaba.
La experiencia más abrupta ocurrió una noche tras salir de la ducha. Se secaba el vapor del espejo del baño, y revelaba mi imagen con el pelo rizo y mojado. Me atreví a mirar dentro de mis ojos oscuros y me asusté. Lo que vivía en mí se dio cuenta de que estaba atrapada en una celda de piel y vellos. La reacción no fue placentera; sentí que estaba aprisionada en la piel de un animal. “¿Qué hago aquí metida? ¿Cómo fue que llegué a meterme en una cosa viva que tiene pelos, mocos y sudor?” Todo en mi cuerpo se sentía pegajoso y viscoso. Quise salir corriendo de mi cárcel gelatinosa. Recordé que ser humana había sido una experiencia desagradable desde el día en que nací. Mi mamá me había contado que lloré tan pronto asomé la cabeza, no me tuvieron que dar palmadas para respirar. Y cada vez que meditaba sobre mis primeras experiencias humanas y los primeros meses de vida en el vientre de mi mamá, la apreciación era la misma: yo no quería venir.
“No has hecho las paces con la que está aquí dentro”, me dijo con paciencia mi maestro, señalando su propia cabeza. En medio de mis prácticas de amor propio, brotó aquella lección. De todas las formas que el Absoluto podía manifestar, la experiencia humana era compleja; era como tener varios cuerpos en uno: la parte física, la psiquis, las emociones, el espíritu, los chakras, los recuerdos, los traumas, los desapegos… ¡Suficiente con bregar con la vida presente como para querer saber de vidas anteriores!
De haber entendido todo aquello cuando era niña, hubiese comprendido que cuando fuera grande, mi meta era aprender a ser humana; andar el camino del héroe, el alma que encarna para atravesar el tramo que conecta a la mente con el corazón. La experiencia del Absoluto en mi cuerpo no era aprender a salir de él para tener experiencias esotéricas y ser “más espiritual”. Mi alma ya lo era todo en sí misma, la lección era estar dentro del “amasijo hecho de cuerdas y tendones”, del “revoltijo de carne con madera”.
Y ser humana fue algo que no me enseñaron en la escuela ni en la religión. Allí aprendí a aprisionar información en la memoria temporal de mi cerebro para vaciarla en un examen y a reforzar que ser humana era pecaminoso. Lo que valía era la nota de A, el 100 por ciento, la medalla al final del curso. Es lo mismo en la vida adulta: la remuneración exhorbitante, el carro lujoso, la vivienda exclusiva. Y tras llegar a ese pedestal, una mira hacia atrás para ver la estela de humo y las pisadas de fuego que aplastaron necesidades humanas básicas propias y ajenas, porque pensábamos que eso nos haría felices.
Imagen “Yoga y meditación en el lago Titicaca, Bolivia” por Juan Gatica. Licencia de Creative Commons.
La religión en la que crecí y las creencias inculcadas sobre cómo debe comportarse una cuando es niña también me enseñaron a reprimir mis necesidades: los niños hablan cuando las gallinas…” Pero ocurre que la psiquis humana viene equipada para satisfacer necesidades: sobrevivir. Cuando el entorno no provee una vía funcional para satisfacerlas, entonces la psiquis crea estrategias. Y como ello ocurre a un nivel inconsciente, una llega a adulta expresando conductas disfuncionales que ni sabe por qué están ahí. Haciéndome responsable de mi cápsula humana, asistí a un taller de Comunicación de Atención Consciente, en el cual aprendí a identificar con claridad mis necesidades, y cómo había aprendido a suprimirlas con estrategias de supervivencia.
La facilitadora, Lori Woodley, estudió durante años con el doctor en psicología clínica Marshall Rosenberg, creador del concepto de Comunicación No Violenta. Woodley hiló con aptitud conceptos de la técnica de meditación Vipassana –que yo practicaba– con lo que recibió de Rosenberg. Gracias a ello, aprendí a identificar con más precisión el momento en que una situación, persona o lugar provocaba una reacción en mí, en qué parte de mi cuerpo surgía y, gracias a ello, saber qué tipo de necesidad tenía. Si el detonante me atrincheraba el cuello o la garganta, mi necesidad era de expresión (creatividad, participación, comunicación, autenticidad, celebración); si me oprimía el pecho, se trataba de conexión (afecto, compañía, sensibilidad, consideración, solidaridad); si se me trancaba el abdomen, era una necesidad de bienestar (sobrevivir, apoyo, ayuda, seguridad emocional, protección). Cada categoría tenía una lista de necesidades, y los sentimientos asociados cuando aquéllas eran satisfechas o no: frustración, alegría, ansiedad, preocupación, agradecimiento, etc.
Con este mapa más claro, me atreví a navegar en mi territorio emocional previamente minado, para entenderlo compasivamente. Estaba dispuesta a ser humana. Todos los que me habían enseñado que ignorara o suprimiera este aspecto de mí quizás no tuvieron la oportunidad de comprender el suyo. A lo mejor, como yo, se sentían incompletos.
Cuando entré en ese espacio, en meditación, me estaba esperando mi mente humana. Se sentía maltratada por hacer su trabajo: sobrevivir. “Mis necesidades no son importantes. No tengo derecho a tener necesidades”, fue su mensaje de frustración y empequeñecimiento. Mi cuerpo comenzó a temblar y me bajó el azúcar. Y alrededor de aquella creencia, vi toda una pelota de estrategias de supervivencia: complacer a los demás, ser codependiente, comer y trabajar sin tregua. Respiré. Esta vez, no caminaría sola. Le pedí a mi Poder Superior que transitara conmigo, y fue como prenderle luces a mi cápsula humana.
La faciliadora pidió que imaginara que mis necesidades físicas y emocionales eran satisfechas y buscara en qué parte de mí podía encontrar la fuente. Mi primer pensamiento fue mi cocina, pero mi intuición susurró que la fuente no estaba fuera de mí. El segundo pensamiento fue mi cabeza, pero eso tampoco lo era todo. Seguí “rastreando” mi cuerpo, hasta que mi mano se detuvo en mi corazón, y escuché que algo hizo “clic”. El centro de mi corazón se abrió y dejó salir una energía poderosa, como si la Presencia que me acompañaba finalmente se instalara allí. “¡Esa es Ella! Tu Divinidad Interior, ¡y tiene todo lo que necesitas!”, me dijo mi intuición. Mis síntomas físicos se disolvieron, dejé de temblar y sentirme débil.
Al día siguiente, una mañana de septiembre, me levanté por primera vez sin sentir que mi mente tropezaba con ansiedad e incertidumbre. Algo se había conectado. Había alguien viviendo en mí, una Presencia que podía satisfacer todo lo que necesitara sin recurrir a subterfugios. Percibí que mi mente humana finalmente se había adentrado en la sabiduría de mi corazón. Jamás me sentí tan anclada, segura y protegida. Ese día encontré un hogar en mí misma.
(English bio below)
Instructora de mindfulness, traductora, editora, columnista y poeta. Es graduada del la primera clase del programa Mindfulness Meditation Teacher Certification Program a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach. La certificación fue otorgada en junio de 2019 por el Greater Good Science Center, adscrito a la Universidad de California en Berkeley, en asociación con Sounds True.
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y participó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en 27 retiros de vipassana/mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Andrea Castillo y Bruni Dávila (Insight Retreat Center en Santa Cruz, California, 2019, 2020) Guy y Sally Armstrong (maestros seniors de Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (fundador de Insight Meditation Center de Red Wood City, 2020). Pertecene a la sangha de Dharma en Español que dirige Andrea Castillo. Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016, 2020, 2021).
Antes de ser instructora de mindfulness, Yaisha Vargas fue periodista de “hard news” (1999-2008) para los medios WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007). Tiene 13 años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2021).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida. Como parte de esa búsqueda, viajó a India, España, Missouri (EE.UU.) y California (EE.UU.). Durante sus viajes, conoció a más de 25 maestros espirituales y oradores de diferentes tradiciones espirituales; trabajó como asociada de oración de Silent Unity en Unity Village, Missouri, y como representante de servicio al cliente de esa institución.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria en Unity Village, Missouri, y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Daily Word / La Palabra Diaria ha sido publicada desde 1924, ha tenido hasta dos millones de lectores y se traduce a ocho idiomas. Como editora asociada, Yaisha estuvo a cargo de supervisar la traducción al español para los países hispanohablantes. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Nació en Santurce, Puerto Rico, en 1977 y pasó la mayor parte de su niñez y adolescencia en el pueblo de Trujillo Alto. Se graduó como la valedictorian de su clase de escuela superior en el Colegio Nuestra Señora del Carmen en 1995 y su puntuación del College Board estuvo entre las primeras cien de ese año. Fue editora del periódico escolar “Reflejos” y coeditora del anuario. También se graduó Summa Cum Laude de su bachillerato en Comunicación con especialidades en Periodismo y Telecomunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico (1999). Fue galardonada con la Medalla Pórtico y con la Beca “Fondo de Estudiantes Excepcionales” (FEE) de esa institución. Su nombre aparece en el Dean’s List (1998). Estudió dos Másters en redacción de guiones de cine en la Universitat Autònoma de Barcelona (2001) y en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Valencia (2002).
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico, y Newsela Inc., en Estados Unidos.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.amysticwriter.com.
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Mindfulness instructor, translator, editor, columnist, and poet. She is a graduate of the first class Mindfulness Meditation Teacher Certification Program directed by renowned psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. The certification was awarded in June 2019 by the Greater Good Science Center at the University of California, Berkeley, in association with Sounds True.
She began studying mindfulness in 2011 under the tutelage of Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned psychologist Jack Kornfield, one of the leading figures in bringing mindfulness and the Theravada tradition of Buddhism (vipassana) to the West. Yaisha’s mindfulness teachers include Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneering self-compassion researcher), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporary of Ram Dass and Krishna Dass ), the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived near Deer Park Monastery in California, founded by Thich Nhat Hanh in the Plum Village tradition, where she practiced every week and participated in three mindfulness retreats. In addition, since 2011 she has participated in 27 vipassana/mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield ( 2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018, 2020), Andrea Castillo and Bruni Dávila (Insight Retreat Center in Santa Cruz, California, 2019, 2020) Guy and Sally Armstrong (senior teachers at Insight Meditation Society, 2020, 2021), Gil Fronsdal (founder Insight Meditation Center of Red Wood City, 2020). She belongs to the Dharma en Español sangha led by Andrea Castillo. She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; as well as Insight San Diego (2015-2016) in California, Four-Fold Sangha at Deer Park Monastery, in Escondido, California (2015-2016), Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) and Centro de Zen Soto de Cupey (2018). She studied with interspiritual writer and teacher and Mirabai Starr in 2015, and took mindful writing courses with Amy Spies at Insight L.A. in Los Angeles, California (2016, 2020, 2021).
Before being a mindfulness instructor, Yaisha Vargas was a “hard news” journalist (1999-2008) for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), EFE Spanish International News Agency (2003-2005) and The Associated Press (2005 -2008). She received awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008), and the Laura Rivera Meléndez Foundation (2007). She has 13 years of experience in specific coverage of holistic health topics (2008-2021).
Since 2010, she has been the author of the column “90 days,” published in the newspaper El Nuevo Día, which recounts the courageous journey of a spiritual seeker to find total healing and a deep meaning in life. As part of that search, she traveled to India, Spain, Missouri (USA) and California (USA). During her travels, she met more than 25 spiritual teachers and speakers from different spiritual traditions; worked as a Silent Unity prayer associate in Unity Village, Missouri, and as a customer service representative for that institution.
In 2012, she began writing for Daily Word / La Palabra Diaria magazine in Unity Village, Missouri, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. Daily Word / The Daily Word has been published since 1924, has had up to two million readers, and is translated into eight languages. As associate editor, Yaisha was in charge of overseeing the Spanish translation for Spanish-speaking countries. She has also written articles for Vibra Bien Magazine, and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters in Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word / La Palabra Diaria.
Originally from Puerto Rico, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, the Unity School of Practical Christianity, and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Majaiana (Zen) and Tibetan traditions.
She has studied various types of yoga since 2004 in Puerto Rico, India and the United States. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two graduate students from her teaching programs. In the United States, she studied with Judith Lasater (2011), who brought restorative yoga to America; Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar system, and Mary Obendorfer (2011), senior teacher in the Iyengar system and co-director of the B.K.S. Iyengar in San Diego. He also taught restorative yoga classes for two years in Puerto Rico (2008-2010) and had students when he lived in India (2010) and Missouri (2011).
She was born in Santurce, Puerto Rico, in 1977 and spent most of her childhood and adolescence in the town of Trujillo Alto. She graduated as the valedictorian of her high school class at Colegio Nuestra Señora del Carmen in 1995 and her score on the College Board tests (the local SAT’s) was in the top 100 that year in the island. She was editor of the school newspaper “Reflejos” and co-editor of the yearbook. She also graduated Summa Cum Laude from her BA in Communication with specialties in Journalism and Telecommunications at the Universidad del Sagrado Corazón in Puerto Rico (1999). She was awarded the Portico Medal and the “Exceptional Students Fund” Grant (FEE) from that institution. Her name appears on Dean’s List (1998). She studied two Master’s degrees in film script writing at the Universitat Autònoma de Barcelona (2001) and at the Menéndez Pelayo International University in Valencia (2002).
She is proficient in radio and public speaking, as well as writing, editing, and proofreading in Spanish and English. She has translated, edited and proofread translations, in both book and pamphlet works, for Daily Word, Unity Headquarters, Missouri; Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the Centers for Spiritual Living headquarters of Ernest Holmes’s Science of Mind philosophy in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico, and Newsela Inc., in the United States.
She writes, edits, and translates in both languages on the above topics. She owns the website www.amysticwriter.com.
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5 Comments
Saludos, acabo de leer si colymna Aprendiendo a ser humana en el periodico.Me identifique con el parrafo cuando explica que:” la mente se sentia maltratada por hacer su trabajo:sobrevivir”..complacer a lo s demas, ser codependiente, comer y trabajar sin tregua….me estas analizando, tal pareciera..
Recomiendeme algun libro que pueda comenzar con lo basico para poder sanar.Gracias
Saludos Diana, el libro “Codependents Anonymous” tiene muchas herramientas para trabajar con este tipo de conductas, así como todos los de Melody Beattie también. Espero que haya sido de ayuda.
Saludos, acabo de leer si colymna Aprendiendo a ser humana en el periodico.Me identifique con el parrafo cuando explica que:” la mente se sentia maltratada por hacer su trabajo:sobrevivir”..complacer a lo s demas, ser codependiente, comer y trabajar sin tregua….me estas analizando, tal pareciera..
Recomiendeme algun libro que pueda comenzar con lo basico para poder sanar.Gracias
Saludos Diana, el libro “Codependents Anonymous” tiene muchas herramientas para trabajar con este tipo de conductas, así como todos los de Melody Beattie también. Espero que haya sido de ayuda.
Gracias por esto!
¡A ti por leer!