Por Yaisha Vargas Pérez
Para ver la grabación, ve a este enlace: https://youtu.be/g1o-Fd4z77s
INTRODUCCIÓN
Hace 14 años, cuando encontré la meditación insight de la tradición theravada del budismo (el origen del mindfulness secular), añoraba grandemente poder silenciar mi mente y encontrar espacios donde eso pudiera ocurrir.
Aún recuerdo qué mucho trabajo me dio meditar, pues creía equivocadamente que debía silenciar mi mente con el primer intento de anclar mi atención en mi respiración. ¡Fue imposible!
Recuerdo que mi primer retiro —de cuatro días de duración— fue agonizante. ¿Quién iba a imaginar que mi mente pelearía hasta las últimas consecuencias por su “derecho” a pensar una cosa tras otra sin callarse? Aun con todas las dificultades, pude sentir, en el último día, una quietud, sanidad y sentido de plenitud interior que no había experimentado antes.
En aquel momento, no tenía idea de lo que era el esfuerzo sabio, el sexto factor del Noble Óctuple Sendero: el equilibrio entre hacer un esfuerzo demasiado suave que no tenga impacto y y que el esfuerzo sea tan intenso que nos deje sin energías para seguir. Ninguno de los dos está equilibrado. Entonces, ¿cuál es el punto de equilibrio?
¿Cómo manejamos el desgaste si hacemos trabajo ecológico? En realidad, es un ejercicio constante.
Te invito a escuchar esta meditación y charla sobre el esfuerzo sabio como parte de esta serie del Noble Óctuple Sendero adaptado a la ecología.
MEDITACIÓN
(campanada)
Una invitación a tomar tres respiraciones profundas, como una transición del ruido al silencio.
Ahora, una invitación a seguir la respiración de manera natural, sin forzarla a ser una respiración profunda, simplemente siguiendo la inhalación y siguiendo la exhalación.
Si ves que comienzas a controlar la respiración, esto es hacer mucho esfuerzo, regresa a simplemente observar el fluir de la respiración sin controlarla.
Ahora, una invitación a descansar la mente dentro del cuerpo, de la misma manera en que el cuerpo descansa en el cojín o la silla.
Y, mientras vas bajando el ascensor en tu cuerpo, una invitación a ir soltando el estrés en el área de la cabeza, el cuello, los hombros, los brazos, las manos, el pecho, la espalda, el abdomen, la parte baja del abdomen, las piernas y los pies.
Dejando ir el estrés, el sobreesfuerzo, el pensar de más.
¿Dónde es más fácil descansar la mente? ¿La respiración, los sonidos de ambiente o el cuerpo? ¿Puedes descansar ahí con bondad? ¿Con ternura?
La mente se va a distraer. Eso es normal. Mira a ver si puedes dejar ir la distracción con bondad, con amabilidad, y regresar a tu punto de descanso.
Prestando atención a donde es más fácil suavizar, descansar.
Dejando ir la tensión en el cuerpo y regresando a tu punto de descanso en la realidad presente.
(3 campanadas)
CHARLA
Comienzo la charla con una cita del libro Pasos hacia la liberación de Gil Fronsdal:
“Esfuerzo Correcto, Atención (Mindfulness) Correcta y Concentración Correcta son los factores del Sendero que se centran en nuestras actividades internas, aquello que hacemos con nuestra mente y nuestro corazón. Este enfoque difiere del que se orienta hacia las actividades verbales y físicas, como en los tres factores precedentes: Habla Correcta, Acción Correcta y Medio de Vida Correcto. La atención y el cuidado que ponemos en nuestras acciones externas nos preparan para aplicar el mismo cuidado a nuestras acciones mentales internas. Como ocurre con otros factores del Camino, lo que guía este cuidado es la intención deliberada de evitar causar daño e involucrarnos solo en aquello que es beneficioso para nosotros y para los demás.
“La tradición budista a menudo se refiere a las actividades que causan daño como no-hábiles y a las que son beneficiosas como hábiles. El uso de estos términos resalta la idea de que podemos elegir pensar, hablar y actuar de manera provechosa. Además, el uso de las palabras hábil y no-hábil evita los juicios moralistas que a menudo acompañan a la idea del bien y el mal, y al carácter absoluto de las palabras correcto e incorrecto. Habilidad sugiere utilidad; las cosas no-hábiles simplemente no son útiles. Cuando se camina por el Noble Óctuple Sendero, las actividades hábiles son aquellas que nos ayudan a acercarnos a la paz y la libertad. Aquellas no hábiles son aquellas que nos llevan en la otra dirección, hacia el sufrimiento y la esclavitud”. FIN DE LA CITA
En las pasadas semanas hemos hablado sobre la narrativa sabia, las acciones sabias y los modos de vida sabios con respecto a nuestra relación con la Tierra. Estas han sido acciones externas. En este punto de este y los próximos dos factores del sendero —esfuerzo sabio, mindfulness sabio y concentración sabia—, nos enfocamos más en nuestra relación con nuestra ecología interior.
Por ejemplo, si consumo cosas que le hacen mal a mi sistema digestivo, eso es, no solo una acción no sabia pero también un esfuerzo inhábil. Causa enfermedad y no voy a estar disponible para hacer las cosas del diario, para trabajar, y sobre todo, para la ecología de la Tierra cuando lo necesita. Si consumo cosas que le hacen bien a mi ecología interna, entonces estoy practicando un esfuerzo sabio. Estaré disponible para lo que se necesite, sobre todo para las acciones sabias necesarias en estos momentos de cambio climático.
Así, con todo lo demás. ¿Es hábil perderme en una sucesión de ofrecimientos por televisión o por un servicio de streaming? ¿Es hábil tomar varias respiraciones para apaciguar mi mente? ¿Es hábil entrar en pánico por una causa ecológica hasta quemarse? ¿Es hábil tomar tiempo para equilibrar nuestra mente y planificar, cuidar el cuerpo, nuestra alimentación y descanso para poder continuar?
Sarah Vekasi fue la primera persona que acuñó el término “capellán ecológico”: una persona que se dedica a acompañar a otres que están luchando por equilibrar la salud del planeta, les recuerda el descanso y el cuidado personal para poder continuar en vez de quemarse. Ella dijo que eso fue lo que necesitó para no llegar a un punto de quemazón que la obligó a retirarse por un tiempo de la lucha ambiental. ¿Cómo cuidamos nuestra energía vital?
La capellanía ecológica propone ir a la naturaleza y a nuestro punto de descanso allí: bajo un árbol, en la playa, en algún lugar que nos nutra, nos equilibre y nos recargue. Eso que estamos recibiendo lo devolvemos al continuar abogando por tener una naturaleza saludable.
Si pensamos que es difícil tomar ese tiempo de descanso, entonces tomemos en consideración cuál es el precio a pagar si no lo hacemos.
Vamos ganando equilibrio al aprender a soltar el estrés cuando no estamos actuando, y descansar para poder continuar. Abrazando la cordura.
(3 campanas)

