Por Samadhi Yaisha/crónica publicada el domingo 9 de diciembre de 2012 en el diario puertorriqueño “El Nuevo Día”
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“Nada dura para siempre bajo la fría lluvia de noviembre”. Guns N’ Roses
Nada dura para siempre en esta burbuja cósmica llamada planeta Tierra. Me late que la añoranza de encontrar una fuente inagotable de amor surge de haberme acostumbrado al no-lugar de donde venimos todos. En el Absoluto no hay relativos ni necesidades, pero aquí las padecemos todo el tiempo.
Desde que mi mamá volvió allí, el mes de noviembre transcurre en mi interior como una realidad alterna de profundo duelo, y aquel mes no fue la excepción. Sólo que, en esa ocasión, ya no podía anestesiarme ni ignorar mis emociones. Me tocaba enfrentarlo desnuda del pellejo insano que habían sido mis adicciones. Aceptar los momentos de ausencia pasados, presentes y futuros se me hacía un reto inacabable, y por supuesto que quise comer sin parar; pero no lo hice.
“Necesito una madre”, dije en mis oraciones. Era el aniversario número 17 de su partida, pero para mí era el primero en el que aceptaba que su forma física jamás volvería, una verdad que me arañaba los pulmones y me retorcía el estómago. Conducía de vuelta al minúsculo estudio que habitaba en Kansas City, cuando la voz de la intuición me guió por otra ruta, hacia una iglesia en la avenida Broadway. Comenzaba a lloviznar, y yo escuchaba en mi cabeza la melodía elegantemente mortuoria “November Rain”, de la banda metálica Guns N’ Roses. Aquella canción sonaba en la radio cuando ella enfermó y pareció anticipar su desenlace.
Encendí el limpia parabrisas, entendiendo a medias el proceso que ocurría en mí, y sin poder cuestionarlo tanto, porque sentía mucho dolor. Así de desencajada me sentí tras el golpe verbal de que la mujer que yo había escogido como madre espiritual estaba cansada. La desolación de quedar huérfana de nuevo me llevó a recorrer a pie más de una decena de templos santurcinos de todas las denominaciones para pedir refugio en aquella tormenta.
Prakriti, representación de la Madre Divina en India. Foto por dollsofindia.com
Recordé que en el templo de Paramahansa Yogananda, en la parada 18, había comprado una pintura de la diosa india Prakriti, manifestación femenina de Dios, y me lo llevé en la maleta. Hallé el mismo retrato en la oficina del naturópata que me atendió en Kansas City. “Ella fue la que te trajo hasta aquí”, me sonrió él.
Tras caminar varias millas en Santurce y hallar muchos templos cerrados, llegué a la capilla de la Universidad del Sagrado Corazón, y me topé con un letrero: “Cerrada por remodelación”. Sonreí en medio de mi tristeza: “Qué ironía; igual que yo”. En una capilla contigua encontré una virgen vestida de rosa claro, y allí me senté, contrariada. Aún sabiendo que era una estatua de yeso, no había más nadie a quién decirle: “En este momento, eres la única madre que tengo”.
Noventa días después estaba en India. Era noviembre y llevaba un mes asistiendo a un satsang en hindi. Conmigo trabajaba una india quien asistía a un templo de los Padres Agustinos cerca de allí y me dijo dónde estaba. Una noche, aproveché la penumbra más temprana -por la cercanía del invierno- para escaparme del satsang, detener a un taxi autorikshaw y pedirle que me llevara: “Necesito entender algo en cristiano”. De camino, comenzó a lloviznar. Cuando llegamos al templo, ya era de noche y no veía muy bien donde estábamos. Pagué, me bajé bajo el aguacero y, mientras escuchaba al autorikshaw alejarse, vi el letrero de la iglesia: “Our Lady of the Perpetual Help”. Pensé: “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, supongo. Este taxista se equivocó de templo”. Pero como me estaba mojando, corrí hasta la entrada, y cuando puse un pie adentro, sentí un bálsamo de alivio porque entendía lo que estaban diciendo. Me resultaba extraño ver gente de rasgos indios con nombres cristianos y bíblicos, hablando en inglés y siendo devotos de la religión en la que yo había crecido.
Diosa egipcia Isis. Imagen por dailygoddesstarot.blogspot
Cuando llegué a Kansas City, una persona identificó mi necesidad de encontrar un arquetipo maternal y me regaló literatura de la diosa egipcia Isis, cuyos seguidores en la edad antigua le otorgaron atributos de protectión maternal y vigilante de los pescadores del Mediterráneo. La guardé para leerla de vez en cuando.
Ahora me acercaba a la única iglesia que había visto en Kansas City con una virgencita en su fachada. Era noviembre y anochecía. Yo era la única que caminaba bajo la lluvia exhalando vapor frío. Comenzó a llover más fuerte y corrí a la entrada. La puerta estaba cerrada, pero la desolación pudo más y me quedé allí observando, perpleja ante la imagen y el letrero: “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”. Me quedé tan tiesa que la lluvia ya no parecía helada. La misma virgen exactamente un año después en puntos opuestos del planeta, en un anochecer bajo la lluvia en noviembre. El autorikshaw indio no se había equivocado.
Y mientras recostaba la frente en la columna de piedra sintiendo profundo alivio porque un arquetipo me había dado señales tan claras, escuchaba la vocecita de mi mente racional: “¿Católica? ¡¿En serio?! ¡¡Tanto nadar!!”
“Yo tampoco lo entiendo”, le respondí. Los arquetipos son conceptos que existen en el inconsciente y en la conciencia colectiva; se manifiestan en sueños y experiencias místicas. Sólo sé que en ese momento funcionó para quitarle poder a la que había sido mi deidad destructora: abarrotarme de comida y tristeza. Hacía mucho tiempo que yo no era católica, por toda la represión y culpa que ello trajo a mi vida hasta empujarme al divorcio divino; pero de todas las representaciones de la Madre Divina que se me habían presentado, ésta era la que mi psiquis entendía, porque yo necesitaba auxilio incesantemente.
Indagué sobre el origen de esta virgen y encontré que la tradición cristiana había tomado atributos de la diosa egipcia Isis, como si el arquetipo se hubiese transformado en su travesía por el Mediterráneo.
Diosa egipcia Isis y la Virgen del Perpetuo Socorro. Imagen por newworldencyclopedia.com
Lo que me sanaba era el concepto de una madre que no moriría y tampoco se cansaría; era el atisbo de eternidad en un mundo transitorio, por eso no era una figura humana, sino divina. Comencé a frecuentar aquel templo aunque no seguía sus ritos, porque observarla a ella generaba una gran paz interior.
En el día número 30 de mi abstinencia de comilonas, acudí a una terapista de masaje linfático para que me ayudara a eliminar las toxinas ingeridas en los pasados meses. “¿Tu madre era una versión más pequeña de ti en estatura?”, me preguntó, sin yo haberle dado apenas información sobre mi vida. Yo tampoco creía en psíquicos ni visiones. “Sí”, le respondí dudosa. “No te asustes, a veces puedo percibir algunas cosas”. Algo pasaba más allá de nosotras dos en esa sesión. “Tu madre te envía el mensaje de que está aquí, que nunca te ha dejado sola y que siempre, siempre, siempre ha estado contigo”. Tragué gordo. Me disponía a narrarle mi experiencia en la iglesia, pero antes de que pudiera decir nada, la terapista continuó: “Y también dice que te acerques más a la Virgen”. Jamás había tenido una conversación como aquella. Aún no creo en síquicos, pero sé que ese diálogo ocurrió. Fue imposible no llorar y fue impresindible entender que mi mamá, sabiendo que no duraría para siempre en este plano, me había dejado un concepto más grande que ella misma. Recordé que me ensenó a rezar el rosario, y aunque yo lo había cambiado por un ‘japa mala’, aún podía rezar con ello. Su legado era la posibilidad de estar presente en mi vida de otra manera, mediante un arquetipo sanador que me decía sin cesar: “Estoy aquí, siempre”.
(English below)
Periodista, columnista y practicante e instructora de mindfulness. Tiene nueve años de experiencia en la cobertura de noticias generales (1999-2008) y diez años de experiencia en la cobertura específica de temas de salud holística (2008-2018). Como periodista de temas generales, fue reportera de WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), redactora para la Agencia Española de Noticias EFE (2003-2005) y reportera para The Associated Press (2005-2008). Recibió premios de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (2001 y 2007), el Overseas Press Club (2008) y la Fundación Laura Rivera Meléndez (2007).
Desde el 2010, ha sido la autora de la columna “90 días”, que se publica en el periódico El Nuevo Día, la cual narra la arrojada travesía de una buscadora espiritual para encontrar sanación total y un profundo sentido de la vida.
En 2012 comenzó a escribir para la revista Daily Word / La Palabra Diaria y entre 2013 y 2015 fue la editora asociada de Laura Harvey, editora anterior de la revista. Aún escribe para ese medio. También ha escrito artículos para la revista Vibra Bien Magazine, y ha traducido innumerables artículos y folletos para la Sede Central de Unity en Missouri. Sus poemas han sido publicados en El Nuevo Día y Daily Word/La Palabra Diaria.
Oriunda de Puerto Rico, ha vivido en Valencia, España (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), y Escondido, California (2015-2016). Ha estudiado y practicado espiritualidad en ashrams, escuelas de yoga, monasterios, la Escuela de Cristianismo Práctico Unity y centros de meditación budista en las tradiciones theravada (vipassana), majaiana (zen) y tibetana.
Yaisha ha estudiado varios tipos de yoga desde el año 2004 en Puerto Rico, India y Estados Unidos. Conoció a B.K.S. Iyengar en Puna, India (2010) y estudió con dos estudiantes graduados de sus programas de enseñanza. En Estados Unidos, estudió con Judith Lasater (2011), quien trajo la yoga restaurativa a América; con Aadil Palkhivala (2011), cofundador de Purna Yoga; con Kim Lacy (2011-2015), maestra certificada en el sistema Iyengar, y con Mary Obendorfer (2011), maestra senior del sistema Iyengar y codirectora del Centro de Yoga B.K.S. Iyengar en San Diego. También impartió clases de yoga restaurativa durante dos años en Puerto Rico (2008-2010) y tuvo estudiantes cuando vivió en India (2010) y en Missouri (2011).
Comenzó a estudiar mindfulness en el año 2011 bajo la tutela de Robert Brumet en Kansas City, Missouri, quien estudió con el reconocido psicólogo Jack Kornfield, una de las figuras principales en traer el mindfulness y la tradición theravada del budismo (vipassana) a Occidente. Entre los maestros de mindfulness de Yaisha se destacan Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (investigadora pionera de self-compassion), Chan Huy (quien estudió directamente con Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das (contemporáneo de Ram Dass y Krishna Dass), las enseñanzas de Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein y Sharon Salzberg. Entre 2015 y 2016, vivió cerca del monasterio Deer Park en California, fundado por Thich Nhat Hanh en la tradición de Plum Village, donde practicaba todas las semanas y realizó tres retiros de mindfulness. Además, desde 2011 ha participado en retiros de mindfulness con Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (fundadora de Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (actual director de Insight Santa Cruz, 2016, 2018). Ha pertenecido a las sanghas de meditación de Robert Brumet (2011-2015) y Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) en Kansas City, Missouri; así como a Insight San Diego (2015-2016) en California, Four-Fold Sangha en Deer Park Monastery, en Escondido, California (2015-2016), el Centro Zen de Puerto Rico (2015-2018) y el Centro de Zen Soto de Cupey (2018). Estudió con la escritora y maestra interespiritual y Mirabai Starr en 2015, y tomó cursos de mindful writing con Amy Spies en Insight L.A. en Los Ángeles, California (2016).
Actualmente, realiza una certificación en mindfulness a cargo de los reconocidos doctores en psicología Jack Kornfield y Tara Brach, la cual será otorgada en el 2019 por el Awareness Training Institute y el Greater Good Science Center en California.
Domina el medio de la radio y la oratoria, así como la redacción, edición y revisión de texto en español y en inglés. Ha traducido, editado y revisado traducciones, en trabajos tanto de libros como folletos, para Daily Word / La Palabra Diaria, la Sede Central de Unity, en Missouri; Al‑Anon Family Groups, en Virginia; la sede central de Centers for Spiritual Living, de la filosofía La Ciencia de la Mente de Ernest Holmes, en Colorado; el Center for Spiritual Living en Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., en Puerto Rico; Newsela Inc., en Estados Unidos, y el Centro de Periodismo Investigativo en Puerto Rico.
Escribe, edita y traduce en ambos idiomas sobre los temas mencionados. Es dueña del sitio web www.mindfulwritings.com ❦
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❦ Journalist, columnist, and mindfulness meditation practitioner and instructor. Yaisha has nine years of experience in hard-news coverage (1999-2008) and ten years of experience specifically in holistic health topics (2008-2018). As a hard-news journalist, she was a reporter for WKAQ-Radio Reloj (1999-2005), a writer for EFE International Spanish News Agency (2003-2005) and a reporter for The Associated Press (2005-2008). She earned awards from the Puerto Rico Journalists Association (2001 and 2007), the Overseas Press Club (2008) and Laura Rivera Meléndez Foundation (2007).
Since 2010, she has been the author of the column “90 días”, published by the Puerto Rican mainstream journal El Nuevo Día, in which she narrates the daring journey of a spiritual seeker to find deep and definite healing and meaning.
In 2012 she began writing for the Daily Word / La Palabra Diaria magazine, and between 2013 and 2015 she was the associate editor of Laura Harvey, former editor of the magazine. She still writes for Daily Word. She has also published articles on Vibra Bien Magazine and has translated countless articles and booklets for Unity World Headquarters at Unity Village, Missouri. Her poems have been published in El Nuevo Día and Daily Word/La Palabra Diaria.
A native Puerto Rican, she has lived in Valencia, Spain (2001), India (2010), Kansas City, Missouri (2010-2013); Unity Village, Missouri (2013-2015), and Escondido, California (2015-2016). She has studied and practiced spirituality in ashrams, yoga schools, monasteries, Unity School of Practical Christianity and Buddhist meditation centers in the Theravada (Vipassana), Mahayana (Zen) and Tibetan traditions.
Yaisha has studied several styles of yoga since 2004 in Puerto Rico, India, and the U.S. She met B.K.S. Iyengar in Puna, India (2010) and studied with two Iyengar Yoga teachers. In the U.S., she studied with Judith Lasater (2011), who brought the restorative yoga system to America; with Aadil Palkhivala (2011), co-founder of Purna Yoga; with Kim Lacy (2011-2015), certified teacher in the Iyengar Yoga system, and with Mary Obendorfer (2011) senior teacher of the Iyengar Yoga system and co-director of the B.K.S. Yoga Centers of San Diego. She also taught restorative yoga in Puerto Rico for two years (2008-2010), and had students when she lived in India (2010) and Missouri (2011).
She began studying mindfulness in 2011 with Robert Brumet in Kansas City, Missouri, who studied with renowned Buddhist psychologist Jack Kornfield. Kornfield is of the key figures in bringing mindfulness and the Buddhist Theravada tradition (Vipassana) to the West. Among Yaisha’s mindfulness teachers are Brumet, Kornfield, Tara Brach, Kristin Neff (pioneer researcher of self-compassion), Chan Huy (who studied directly with Thich Nhat Hanh), Lama Surya Das, the teachings of Thich Nhat Hanh, Joseph Goldstein, and Sharon Salzberg. Between 2015 and 2016, she lived close to Deer Park Monastery in Escondido, California, founded by Thich Nhat Hanh in the tradition of Plum Village, where she practiced every week and did three mindfulness retreats. Also, since 2011 she as attended mindfulness retreats with Brumet (2011-2015), Lama Surya Das (2012-2014), Chan Huy (2014), Sally Armstrong (2016), Christianne Wolf (2016, 2018), Jack Kornfield (2015, 2017), Tara Brach (2017), Kristin Neff (2016, 2018), Mary Grace Orr (founder of Insight Santa Cruz, 2016, 2018), Bob Stahl (current director of Insight Santa Cruz, 2016, 2018). She has belonged to the meditation sanghas of Robert Brumet (2011-2015) and Mindful Heart Meditation Sangha (2014-2015) in Kansas City, Missouri; and also, to Insight SD (2015-2016) in San Diego, California, Four-Fold Sangha in Deer Park Monastery in Escondido, California (2015-2016), the Puerto Rico Zen Center (2015-2018) and the Puerto Rizo Soto Zen Center of Cupey (2018). She studied with inter-spiritual teacher and writer Mirabai Starr in 2015 and took mindful writing courses with Amy Spies in Insight LA in Los Angeles, California (2016).
She is currently a student in the first class of the Mindfulness Meditation Teacher Certification Program, of which the main teachers are Buddhist psychologists Jack Kornfield and Tara Brach. She will be certified in 2019 by the Awareness Training Institute and the Greater Good Science Center in California.
She is a skilled radio host, public speaker, writer, editor, translator, and proofreader in both English and Spanish. She has translated, edited, and proofread translations for booklets and books for Daily Word / La Palabra Diaria, Unity World Headquarters in Missouri, Al‑Anon Family Groups, in Virginia; the headquarters for the Centers for Spiritual Living, the philosophy of The Science of Mind by Ernest Holmes, in Colorado; the Center for Spiritual Living in Santa Rosa, California; Estudios Técnicos, Inc., in Puerto Rico; Newsela Inc., in the U.S. and the Center for Investigative Journalism in Puerto Rico.
She writes, edits, and translates in both languages about the topics mentioned above. Yaisha is the owner of the website www.mindfulwritings.com ❦
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